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Pese al éxito obtenido tanto en México como en Estados Unidos (donde recaudó más de 44 millones de dólares), el filme donde Eugenio Derbez debutó como director, “No se aceptan devoluciones”, ha sido recibida con escepticismo en España, donde apenas se estrenó este fin de semana.
Entre las críticas que se publicaron antes del estreno, está la de El País, donde se lee: “Perdonen si están a punto de vomitar, pero ese es el nivel de “No se aceptan devoluciones”, una comedia familiar con toques de melodrama, formalmente cochambrosa y éticamente despreciable, de esas que buscan la lágrima fácil a costa de lo más rastrero”.
El especialista del diario español se refiere también a la comparación de la cinta de Derbez con la estadounidense “Kramer contra Kramer”(1979), ganadora de tres premios Oscar y dirigida por Robert Benton.
“Comparar la obra de Benton con semejante despropósito simplemente duele, porque, en todo caso, lo que más parece es una versión cutre de esas penosas comedias familiares comandadas por Adam Sandler o Jim Carrey”, escribió Javier Ocaña, quien también argumenta que se superpone al cariño sobre los defectos en la educación de los más pequeños.
Como un “Cantinflas sin gracia” es que el crítico calificó al personaje que interpreta Eugenio Derbez.
“Un trabajo sin dominio alguno del tempo, del gag que, aunque maldita la gracia que tiene, no iría más allá si no fuera por su lastimoso desenlace, con el que juega a detectives en materias con las que, de jugar, hay que hacerlo con infinito más talento”.
Polémico
Desde su estreno, la película de Derbez ha navegado entre ambos extremos: el éxito en taquilla y la dureza de la crítica.
Así, cuando se estrenó en Estados Unidos (donde superó en venta de boletos el récord de El laberinto del fauno) la revista Variety señaló con crudeza sus debilidades: “Esta comedia dramática esporádicamente divertida, pero excesivamente alargada, se convierte en una descarada película sentimental en su tercer acto”, publicó el crítico Joey Lendon.