Cada vez son más las mujeres que destacan en el ámbito empresarial de México y la queretana Aída Mascareño Bueno es una de ellas, con 12 años en el sector ha logrado trascender y ser reconocida no sólo en el estado sino internacionalmente.
Aída tiene 35 años de edad y ya cuenta con cuatro empresas dedicadas a la importación, comercialización, logística, transporte y ahora desarrolla una aplicación totalmente novedosa para las Pymes.
Con una década de matrimonio y dos hijos, de cinco años y un año y medio, la empresaria compartió con EL UNIVERSAL Querétaro cómo ha sido mezclar el lado sentimental en todo este proceso, así como su experiencia al enfrentar los retos, principalmente como mujer.
—Todas nacen desde la necesidad de la pequeña empresa, me gusta apoyar y contribuir al crecimiento y fortalecimiento mutuo.
—La primera es Sassgroup, dirigida a la importación de productos asiáticos y europeos que satisfacen la necesidad de la industria de plástico en México, esta tiene ya 12 años; de ahí nació la comercializadora ESNA, ya que hemos notado que hay empresas que no se dedican al comercio exterior. SETdM es una empresa de transporte y logística en la que contamos con bodegas, unidades de transporte. Y la cuarta es YAKO, una aplicación que estamos desarrollando con un concepto totalmente nuevo para la parte logística, queremos apoyar a las Pymes en tener costos de volumen para sus transportes, con puro líder queretano.
—Increíble, tenemos un año desarrollándola con puro talento queretano, es una aplicación que en países como Estados Unidos y Guatemala hay inversionistas que nos la quieren comprar, aunque no estamos muy convencidos de venderla porque para mí es un producto nacionalista y la idea es poner a disposición de la pequeña empresa.
—Sí fue difícil al principio, pero no por ser mujer, yo contraigo ese punto porque más que nada es como personas que tenemos retos y paradigmas que vencer, entre ellos está el de ser mujeres.
—Principalmente a las limitantes mentales, para pensar en grande te topas con tus miedos, tus inseguridades y tienes que vencer todo eso para llegar lejos, a sobresalir a pesar de mis propias barreras y poder avanzar a lo que quiero.
—Básicamente en esencia soy igual, he crecido como persona, es una misión de vida el ser empresaria para mí, he entendido también que lo tengo que hacer porque tengo que ayudar a los demás a tener empleos, a tener la visión que yo tengo, a superar sus barreras. He madurado en el concepto de aceptarme como soy.
—No, estamos atrás, definitivamente lo puedes ver en puestos políticos donde hay mujeres capaces con una visión muy buena, sin embargo son pocas las que están. En otros países primermundistas el mejor currículum es el que obtiene el puesto sin importar qué sexo tiene, en México todavía se ve el compañerismo, el compadrazgo y mucho tiene que ver que si eres hombre, pues ayudas a tus amigos hombres, y a la mujer le cuesta más trabajo poder destacar porque no entra en ese círculo.
—Nuestra misión es aterrizarlo con las nuevas generaciones, creo que esa fue mi ventaja competitiva para destacar en este medio, gracias a que mi hogar fue con madre soltera y tres hermanos hombres, siempre nos tocó parejo porque ella no tenía tiempo de distinguir a la princesa de los caballeros, todos éramos iguales y eso me ayudó a mí para enfrentarme con valentía a los hombres. Tenemos que cambiar esa mentalidad del país de que la mujer está para servir al hombre y somos nosotras mismas las que debemos atar igualdad.
—No somos iguales, la mujer tiene muchas cualidades de una parte y los hombres tienen muchas de otra, el día que lo aceptemos vamos a crecer, porque no somos iguales pero sí tendríamos que tener las mismas oportunidades para crecer, desarrollarnos y ser exitosos.
—Sí me ha costado sentimientos, aunque estoy agradecida con la vida, mi esposo es mi socio y mis hermanos son mis colaboradores y ahora los estoy haciendo mis socios en las bodegas de Ciudad de México.
En este inter he tenido muchos aliados, también tengo algunos enemigos, en este tema de emprender te vas a encontrar gente que le gusta lo que haces como con gente que no.
—Creo que nos falta, en sectores trascendentales, cruciales, somos pocas las mujeres que hay, comúnmente hay una desproporción, de cada 10 hombres hay dos mujeres, pero ya se empieza a colar, a aportar y a tener ideas muy buenas.
—Sí, de he hecho a mí en la parte logística las mujeres me han funcionado mucho más, de brazo derecho tengo a un hombre y una mujer con el mismo sueldo, mismas condiciones. La mujer también gana menos por una cosa que tenemos que trabajar, porque nos valoramos menos, como traemos toda esta historia del machismo; cuando llegan a la entrevista conmigo y les pregunto: ¿cuánto quieres ganar?, aunque haya puesto en la vacante el doble, ellas se bajan demasiado y el hombre no se baja tanto, por miedo a que nos digan que no.