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Querétaro tuvo su primer encuentro de K-pop. Los organizadores esperaban un par de decenas de participantes, pero llegaron más de 30 entre grupos y sub células de este género de baile de Corea del Sur.
El primer K-pop Dance Festival se llevó a cabo el 6 de diciembre pasado en el parque Los Alcanfores y sin temor ni espanto las niñas queretanas amantes de K-Pop de Asia Revolution 5 ya planean el segundo festival, pero más grande, más bonito y más ruidoso.
“Esperábamos unas 100 gentes máximo, pero llegaron un poco más”, contó Cathy Tovar, integrante del club de fans de K-pop Asia Revolución 5 y autoras intelectuales del concierto.
¿Qué buscaban estas niñas ‘K-popers’? Lo mismo que los grupos de jóvenes y jovencitas a las que escuchan, ven y siguen en redes sociales. “Pasarla bien”, informó Tovar.
La presentación de ‘K-popers’en Querétaro no estuvo asociada a ninguna expo anime, ni la venta, exhibición y presentación de cómics. “Fue un festival solamente de música coreana”, aclaró la especialista.
“Sabíamos que había una gran cantidad de gente que iba a venir porque hay otros concursos”, aclaró.
Los ‘k-popers’ mexicanos. La presencia de los llamados ‘K-popers’ en México se cuentan en miles, incluso millones de seguidores de estos nuevos géneros, se trata de grupos que hasta hace pocos años se consumían casi clandestinamente, sólo en conocedores, especialistas musicales y promotores de la cultura oriental.
Actualmente, el consumo de música pop oriental es uno de los mercados con más potencial.
El colectivo de fanáticas queretanas, chicas de entre 20 y 27 años, se conocen y trabajan desde hace poco más de cuatro años y se reúnen dos veces al mes para llevar a cabo proyectos o simplemente para ver videos.
“Nada más para pasar el tiempo”, reiteró Cathy.
Las chicas de Asia Revolution 5 empezaron adorando a bandas como Shinee y DSK de Corea del Sur. En ese entonces, ni los grupos ni los fans proliferaban en el país.
En Querétaro existen varias tiendas donde se pueden comprar discos y videos de K-pop de Corea del Norte, pero también existe el J-pop que es originario de Japón y el J-rock, también japonés.
Pero la mayoría de los productores para fanáticos de este tipo de géneros nuevos en todo el país se distribuyen en Internet, a través de redes sociales.
Los ‘K-popers’, por convicción, no consumen piratería, todos los discos y videos que ven son originales, sin importar el precio que tengan que pagar, los cuales van desde 300 pesos por un álbum o mil pesos por un concierto grabado. También es popular la venta de los fotoblocks, sounvenirs, ropa, postales y pósters.
La devoción de los ‘K-popers’es tal que llegan a aprender parte del idioma coreano y aspectos de su cultura. “El respeto a los mayores, por ejemplo, es algo que en México se ha perdido”, contó Cahty.
“Muchos quieren vivir en Corea, pero más sólo quieren ir a conocer, hay muchas cosas que son diferentes a nosotros, pero también muchas similitudes”, agregó.
Para el nuevo tipo de fanáticos, el momento climático fue ver por primera vez en tierras mexicanas a la banda Super Junior en la Arena Ciudad de México. El boleto más costoso para a los jóvenes coreanos fue de 3 mil pesos y más accesible fue de 800 pesos.
Súper Junior repetirá show en México en febrero del 2015 y los boletos se agotaron en cuestión de semanas.
El solista coreano Junsu fue una de las primeras figuras en visitar México, igual que Mblack. “Los grupos de K-Pop no se meten mucho en política. Corea del Sur ya no toma muy en serio las amenazas de Corea del Norte, como siempre han sido muchas, ya no es tan relevante”, detalló la integrante del colectivo Asia Revolution 5 de Querétaro.
Las canciones de K-pop no hablan de política, pero tampoco de problemas sociales ni de sexo.“Cuando sale una nueva canción, llega con subtítulos, y cuando llevas mucho tiempo, hablan sobre amor, o desamor, casi no se habla de sexo y pasártela bien”, concluyó Cathy Tovar.