André Lagravere El Galo, originario de Yucatán; Francisco Martínez, sanmiguelense y Juan Pedro Llaguno, orgullo queretano, pisaron uno de los ruedos más importantes en Querétaro para revivir la tradicional Novillada de Año Nuevo.
Hace doce años se inauguró esta celebración para festejar el arranque de la temporada de la fiesta taurina en la Santa María; misma que continuó por un largo tiempo, pero por motivos ajenos a la Plaza, tres periodos pasaron sin conmemorarse.
Por lo que estas jóvenes promesas, además de mostrar su talento y pasión por el ámbito, también fueron parte de un momento histórico, el regreso de la novillada de lujo.
Carlos, Maritza, Marcos y Benjamín Vega y Adriana Méndez
Queretanos y turistas acudieron al recinto para presenciar un momento único, con un encierro a cargo de la ganadería de “El Garambullo”, que ofreció seis novillos de un promedio de 430 kilos.
Lamentablemente el lugar recibió a pocos seguidores de la fiesta, las gradas se veían vacías y el bullicio del público era escaso. Quienes asistieron comenzaron a aplaudir y a silbar pidiendo que la novillada comenzara puntual.
Pasadas las 16:30 horas, los tres novilleros salieron al ruedo a hacer una respetuosa presentación, profesionales, se mostraron comprometidos, así como emocionados por lo que estaba a punto de suceder.
Familia Marina Vega
Lagravere inauguró la tarde con el novillo “Festejo”, al son de la música, el yucateco colocó con éxito sus primeras banderillas. Cabe mencionar que este joven, al igual que el queretano Llaguno y el sanmiguelense Martínez se lucieron durante la temporada chica del año pasado en el coso de Insurgentes, de la Ciudad de México.
En seguida apareció Martínez con “Uno más”, llevándose la ovación de los presentes, él es el único de los tres que no ha salido al extranjero, pero ha marcado una trayectoria importante a nivel nacional, y en cada presentación lucha por posicionarse dentro del mundo de la tauromaquia.
El tercer ejemplar “Amigo”, fue lidiado por Llaguno, quien era el favorito de la novillada por ser de casa; el joven brindó la faena a su padre y hermano.
Tras lidiar a “Amoroso, y “Nostálgico”, André y Francisco fueron galardonados cada uno con una oreja, Juan Pedro se fue en blanco.
Juan Pablo Llaguno e Iñaki González
Familias completas fueron testigos de la competitividad de jóvenes que sueñan con convertirse en matadores de renombre, y que al estar en la categoría de novilleros con picadores están a poco tiempo de poder ser llamados toreros.
Tras una amena tarde, la Plaza de Toros Santa María promete larga vida a la fiesta taurina queretana.