Yunuen Martínez, joven originaria de la Ciudad de México, llegó a vivir a Querétaro desde niña. Trabaja dibujo, grabado y escultura, y está interesada en estudiar todo lo relacionado con la estética otomí. El arte para Yunuen es todo. Perdió a una amiga muy cercana y de ese gran dolor sólo el arte pudo salvarla.
Por su entrega y pasión ha logrado un crecimiento importante tanto laboral como personal. Actualmente se enfoca en proyectos de investigación; es docente en la Universidad Anáhuac Campus Querétaro y la Universidad Autónoma de Querétaro.
Desde pequeña demostró tener talento para representar sus emociones, intereses y sentimientos a través del arte; durante la mayor parte de sus estudios se ha dedicado a llevar su trabajo a otro nivel, pues ha expuesto en lugares como La Habana, Cuba.
Yunuen nos abrió las puertas de su hogar para platicarnos un poco más sobre su historia, de igual forma pudimos apreciar de cerca algunas de sus obras más representativas.
¿Cuándo comenzó tu gusto por las artes plásticas?
Siempre he vivido muy apegada a las artes plásticas ya que vengo de una familia de artistas, mi padre Jorge Martínez es pintor, así que crecí rodeada de pintura y esculturas. Llegó un punto en el me di cuenta que formaba parte de mi vida y que sin lugar a dudas era mi pasión, entonces decidí estudiarlo.
¿Cómo ha sido tu formación académica?
Hice la Licenciatura de Artes Plásticas en Bellas Artes, aquí en la Universidad Autónoma de Querétaro y durante esta etapa tuve un intercambio en Cuba, justamente para mi último semestre, en el Instituto Superior de Arte de la Habana. Allá empecé un poco lo que es hoy mi trabajo. Después realicé un doctorado en Artes en la Universidad de Guanajuato.
¿En qué sentido marcó Cuba tu trayectoria?
Siempre he tenido una formación e inclinación hacia los planteamientos del socialismo, dentro de ese interés se creó una conexión importante con la isla. La gráfica cubana es algo que me ha fascinado, así como la cultura y la música; ahí inicié mi proyecto de tesis de una crítica a los poderes principales en el mundo, como la iglesia.
¿Qué buscas transmitir en tus obras?
Hay una aproximación básica al cuerpo humano femenino, es un tema recurrente en mi obra tanto escultórica como gráfica. En cuanto a las esculturas saco moldes de personas con una técnica de vendas de manta de cielo y resina para lograr hacer representaciones distintas.
¿A qué corriente pertenece tu trabajo?
Dentro de las corrientes lo interpretaría dentro de lo neofigurativo pero también un tanto hacia el realismo. Yo sé que ahora lo que estoy haciendo no es al ciento por ciento lo que busco, así que espero en algún momento tener un entendimiento completo del cuerpo humano, cuando logre eso sé que mis obras van a tener un giro muy importante. Quiero construir mis propios cuerpos, que no sea nada más un organismo raro sino una propuesta mía con un trabajo de estudio de anatomía, el cual estoy trabajando.
¿Cómo llegaste a ser docente?
Mi padre también fue maestro y mi mamá fue educadora, creo que ya traía un poco ese linaje y es algo que me llamaba la atención. Cuando estuve en la maestría la Directora María Eugenia Castillejos me invito a dar unas clases en la Licenciatura de estudios literarios, fue todo un reto pero desde el inicio me encantó la comunicación que manejas con los estudiantes. En las clases también logro aterrizar ideas de lo que estoy trabajando, me ayuda a escribir para concluir mis proyectos o descubrir nuevas cosas.
¿De tus propias obras, tienes alguna favorita?
La última serie que trabajé la hice en la tesis de doctorado y lo expuse en La Habana, Cuba; siento que por un lado la resolución formal fue muy buena, la composición así como el color y los tonos en blancos y negros fueron muy bien trabajados; el trazo fue más fluido.
¿Proyectos a futuro?
Me gustaría concentrarme en mi trabajo académico, justo ahora soy parte de un cuerpo colegiado en el campus de Bellas Artes, es un cuerpo de investigación el cual me interesa bastante porque es un proyecto en donde quiero averiguar todo lo relacionado con la estética otomí. Quiero crecer en mis certificaciones de lenguas así como seguir produciendo, otro de mis proyectos a largo plazo es tener una exposición más.
¿Qué implicaciones personales tiene un artista como tú?
Lo principal para mí es aportar algo al mundo, en especial en este momento quiero llevar a Amealco que es en donde apoyo como docente, ese sentido humano y ético que siento que es positivo. Durante la licenciatura viví un momento muy difícil en el cual falleció mi mejor amiga, para mí no hubo otra salida más que trabajar en mi arte, lo que después se convirtió en una exposición. Me era más difícil salir al mundo, lo que me salvó fueron las artes, cuando te concentras sacas lo que sientes y se convierte en una terapia.
