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Charlie Monttana, El Haragán, Brujería y otros destacados artistas del género han pisado el escenario de este recinto dedicado al buen rock y las motocicletas, donde el código primordial es disfrutar el momento, no importa si llegas en traje o en pijama.
La historia del “Black Dog House” comenzó en 2009 en la colonia La Capilla; Héctor Carreón, ex integrante de la exitosa agrupación de los años 80: Cristal y Acero, abrió las puertas del lugar con la intención de compartir su gusto por la música.
Además de este bar, contaba con otros de diversos estilos en Querétaro, pero sin duda el rey de todos fue “Black Dog House”.
Las ideas de decoración y condiciones surgieron de sus experiencias en el mundo artístico, además viajó como ingeniero de sonido con Ángeles del Infierno, por lo que conoció una variedad de propuestas para aplicar.
Tres años más tarde se mudaron a Bernardo Quintana, ésta fue sin duda su ubicación más reconocida hasta el momento por el público tanto queretano como foráneo, pues durante un largo lapso acudieron importantes proyectos del rock.
“Fuimos creciendo poco a poco y formulando un concepto hasta llegar a lo que somos el día de hoy. Al inicio sí era algo más estilo “Bull Dog” y “Rockotitlán”, yo trabajé en esos lugares hace muchos años también y quise traer esa esencia a Querétaro”, comentó Carreón.
Debido al crecimiento de la zona en cuestión escolar, tuvieron que moverse el 17 de noviembre de 2016 a Manuel Gómez Morín # 3891, en Centro sur. Aprovechando este cambio, Héctor le dio un giro más abierto al establecimiento, bautizándolo como: casa del country rock.
“La idea es que esto parezca un granero para motociclistas, es como la casa club de los motorcycles. Ruedo desde toda la vida, así que me parece increíble tener un lugar en donde ellos pueden llegar en grupos o solos, tomar un trago, probar una pizza y continuar su camino”, dijo el fundador.
“Black Dog House” ofrece variadas propuestas gastronómicas como alitas, tacos, sushi y platillos botaneros que se pueden acompañar con las bebidas de la casa, licores que únicamente se pueden encontrar aquí, como el whisky de Harley Davidson.
En cuestión de música, por las noches cuenta con la presencia de bandas de blues, rock y por supuesto country, los distintos proyectos son bienvenidos.
“Contamos con nuestro propio MC, es decir nuestro propio crew de motociclistas, cada jueves aprovechamos la música y el ambiente para hacer nuestras reuniones. Invitamos a otro MC procedente de cualquier lugar y hacemos dinámicas”, detalló Carreón.
La actividad más representativa es el intercambio de cuadros, en conjunto pintan dos escudos, uno se lo quedan como artículo decorativo en Black Dog y el otro se lo pueden llevar los integrantes.
Aquí los estereotipos y etiquetas están prohibidos, la única regla para entrar al bar es ser tú mismo, no importa si llegas en pijama o en traje, no hay una línea encasillada.
Para beber y comer
Cerveza de barril.
Whisky, lo más pedido por los motociclistas.
Fire Ball es un whisky acanelado con un toque dulce, se toma en la fiesta de “Sturgis”, realizada en Dakota del Sur.
“Black Dog”, tequila de la casa.
Pizzas Pearl Jam: base de masa delgada con queso de cabra y pera.
Está en las escrituras
En “Black Dog House” se rigen por el “Código biker mundial”, son diez mandamientos y algunos de ellos son:
No dejarás a tu hermano en ninguna circunstancia.
Defenderás tus colores y los de tu club hasta las últimas consecuencias.
Respetarás y defenderás la moto, la mujer y los hijos de tu hermano a cualquier costo.
Lo que se dice en reunión, se queda en reunión.
Nunca defraudarás la confianza de tus hermanos.