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Los autos de carreras, las persecuciones y las chicas esculturales pueden ser un gran atractivo para que la saga Rápidos y Furiosos acapare miradas.
Michelle Rodríguez, una de sus protagonistas, considera que es su mezcla de minorías la que hace que sea aclamada a nivel mundial.
En palabras de Rodríguez, quien en la ficción que estrena esta semana su séptima entrega da vida a Letty Ortiz, el éxito de la franquicia sobre autos es una victoria de las minorías sobre la industria hollywoodense.
“Ya sabes chico, nunca fuimos invitados a venir y aquí estamos haciéndola, creo que es tan exitosa (la saga) porque justo tiene a un elenco multicultural, somos de distintas razas, tienes al asiático, al latino, al afroamericano y a Vin (Diesel), que el es una mezcla de todas, somo como los outsiders de hollywood”, dijo.
Michelle, quien es bastante desenfadada y menos ruda que su alter ego en la película, aseguró que pese a que en la nueva entrega llevaron la acción a un nuevo nivel —hay escenas de autos voladores y más disparos que nunca—, la mayor dificultad de la cinta fue la pérdida de Paul Walker.
Aunque no le gusta hablar mucho sobre el tema, señaló que ella, al igual que el resto del equipo, se encuentran en una etapa de duelo que se mezcla con un sentimiento de emoción por el estreno de la nueva entrega de Rápidos y furiosos.
“Es raro sentirse de esa manera, ¿sabes? Es un proyecto en el que la mayoría hemos estado involucrados por más de 15 años y eso nos convierte en una familia, pero al mismo tiempo hemos perdido a uno de los nuestros y eso no es sencillo de procesar y menos al verlo en pantalla”, confesó.
Sin querer revelar más sobre la trama, Michelle explicó que el equipo deseó rendirle un pequeño homenaje al final de la cinta a su desaparecido amigo, con el cual los fanáticos de la saga y de Walker lo recordarán.
“Aún recuerdo la vez que estuvimos en el Dodgers Stadium para filmar la primera escena de acción de la primera película, fue emocionante y paradógicamente fue el mismo lugar en el que filmamos la última escena de acción, para mí este lugar es el hogar de Paul y de la película”, detalló.
Una familia. Para Vin Diesel, Rápidos y Furiosos es una franquicia que no se hubiese concebido sin la visión de Paul Walker, quien junto con él tuvieron la idea de llevar las carreras de autos al cine.
Tras el éxito que tuvo el primer filme , la idea ha sido emulada por otras compañías productoras y hasta por la televisión y ha logrado avivar el gusto por los automotores.
“Rápidos y furiosos es Paul, sin él esto no hubiese existido, recuerdo que cuando empezamos a filmar la película; Paul y yo decíamos que llegaría hasta la nueve y habíamos pensado en las historias que podríamos desarrollar, pero ahora no estoy seguro, sé que todos quieren que siga, pero es complicado”, reconoció.
El personaje de Diesel, Toretto, dice en el reciente filme que “I Don't Have Friends, I Got Family” (Yo no tengo amigos, tengo familia), el cual es un mantra que ha tenido durante toda su vida y que ahora, tras el deceso de Walker, ha querido compartir con sus rápidos y furiosos fans.
Para el actor, ver que la franquicia avance sin su “hermano” es algo que complicado, en lo que no quiere pensar, pero espera poder superar y llegar con una nueva entrega en breve.