Los padres con hijos con autismo salieron este 2 de abril a las calles para denunciar la discriminación que sufren ellos y sus pequeños.
En el jardín Guerrero de la ciudad de Querétaro se reunieron para soltar globos blancos y repartir folletos.
“Fue crear conciencia y visibilidad, porque los niños con autismo y los padres todos los días sufrimos discriminación. En las escuelas, no son aceptados en muchos lugares” dijo la señora Teresa Hernández a El Universal.
La señora Teresa detectó los primeros problemas con su pequeño Andrés cuando tenía dos años de edad.
“Andrés dejó de hablar, dejo de comunicarse por completo, no toleró el contacto de ningún tipo, tenía un apego extremo a una cobijita y le gustaba jugar con cosas y lanzar pelotas”, contó.
Ahora, tiene cinco años y ha logrado comunicarse con otros pequeños y socializa como un infante normal.
La señora Hernández hace un llamado a la sociedad para ser más abiertos y tolerantes con los casos de niños con autismo.
“Me entristece que seamos tan intolerantes o que demos por sentado cosas que no sabemos”, afirmó.
“Ellos son muy sensibles, hay colores que les lastiman, ruidos que les molestan, hay incluso texturas, etiquetas de la ropa que les molesta, y como no tuene habilidades de comunicación, no saben cómo expresarlo y empiezan a gritar y a llorar y la gente los empieza a ver como bichos raros”, agregó.
La aparición del autismo en su vida la ha sensibilizado, a ella y a su pareja, “Nos ha hecho mucho más pacientes, más tolerantes, más humanos”, aclaró Hernández, ama de casa con licenciatura en sicología.
“Le hacen muchas pruebas para detectar el autismo, le hacen muchos exámenes y ya después nos entregan el diagnóstico”, relató Hernández, madre de dos hijos.
Teresa Hernández ha aprendido a vivir con el autismo y quiere ayudar a los que están en la misma situación.
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