París.— El cantante francés Michel Delpech, que se hizo popular en su país en la década de los 60 y 70 antes de caer en una profunda depresión que le mantuvo años alejado de los escenarios, murió el sábado a los 69 años de cáncer.
El anuncio de su fallecimiento en un hospital de Puteaux en las afueras de París, donde llevaba ingresado un año, provocó una larga cadena de reacciones del mundo de la cultura, pero también de políticos, empezando por el presidente, François Hollande.
“Michel Delpech ha muerto sin haber envejecido —destacó Hollande en un comunicado—. Sus canciones nos conmovían porque hablaban de nosotros. De nuestras emociones como de nuestros momentos difíciles. Tradujo mejor que nadie los años 70”.
Nacido el 26 de enero de 1946 en Courbevoie, una ciudad próxima a París, Delpech saltó a la fama con 18 años, en particular gracias a su disco Chez Laurette en 1965.
Luego encadenó el éxito con otros que siguieron como “Wight is Wight”, “Pour un flirt” (1968), “Les divorcés” en 1973 (en pleno debate sobre la liberalización del divorcio en Francia), “Que Marianne était Jolie”, “Le Chasseur” (1974), “Quand j'étais chanteur” (1975) o “Le Loir et Cher” (1977).
En su libro testamento, “Vivre” publicado en 2015, decía que en esos años “no sabía nada de la vida, aparte de cantar, ganar dinero y acostarme con chicas”. También explicaba los excesos: “me di al alcohol, a algunas drogas. Fumé mucho. No llevé la vida más sana del mundo, pero era feliz”.
Las cosas se le torcieron en 1978 cuando después de una dolorosa separación de la madre de sus dos hijos, Chantal Simon, se hundió en una depresión de la que intentó salir con un giro espiritual hacia el budismo y catolicismo.
Volvió a la actividad musical en 1985 con su álbum Loin d’ici y su segunda mujer, Geneviève Garnier-Fabre, con la que tuvo un hijo en 1990.
En 2006 un disco con sus temas clásicos en dúos con artistas como Clarika, Cali o Barbara Carlotti se convirtió en un éxito de ventas. En 2012, se interpretó a él mismo en la película L'Air de Rien.
Al año siguiente, se le diagnosticó un cáncer de la garganta y de la lengua que le impidió seguir cantando, aunque no quería dejar los escenarios.
