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El Mercadito Queretano pudiera ser una buena recomendación para aquellos que visitan la ciudad o para los residentes que desean pasear por las calles centro. Este lugar, sin duda, es una gran opción para ambos casos.
Al entrar al Andador Libertad, por la calle Corregidora, una promotora de tours por la ciudad te da la bienvenida, además te ofrece un viaje para conocer Peña de Bernal. Continúas caminando y vas pasando por los establecimientos y todos los puestos que regularmente están ahí, a la espera de los paseantes y sus acostumbrados regateos; las carretas están llenas de artesanías, accesorios personales de plata o pedrería, ropa de manta u otras cosas como dulces y hasta tatuajes.
El olor de las gorditas de migajas te detiene un momento; sin embargo, el andar de las personas, procedentes de Morelia, Chihuahua, el Distrito Federal, California y hasta Japón, te hace continuar el camino hasta llegar a la parte donde están los artistas, pintores y escultores que exponen sus obras, las venden y, además, las crean ahí.
Así te das cuenta que has llegado a la Plaza de Armas. Sin embargo, ahí no termina el recorrido. Hay que atravesar su explanada y cruzar la calle de Pasteur para, entonces, encontrar productos queretanos, principalmente alimentos en el Mercadito Queretano.
Lo primero que se ve son plantas de ornato o medicinales, después dos filas de puestos con quesos de cabra o de oveja; dulces artesanales; licores, pan rústico; chocolate gourmet; café; mermeladas o salsas de xoconostle, de garambullo, de tuna; miel o derivados; paletas o yogurt de soya; garapiñados; aderezos de fresa o mandarina; pan de nopal; vinos; cecina; jugos; frutas deshidratadas o hasta Zacahuitl (tamales).
Los lugares de donde provienen todas estas delicias culinarias son varios, como San Juan del Río, Amealco, Huimilpan, Jalpan de Serra, Querétaro, El Marqués, entre otros municipios. También se pueden encontrar libros, ropa y otros objetos hechos de manta, así como productos de belleza y cuidado personal, elaborados con productos naturales e incluso de las uvas que sobran del vino.
En cada puesto, los encargados ofrecen una prueba a los visitantes. En esta ocasión que EL UNIVERSAL Querétaro acudió a este lugar, observó que muchas veces una niña pequeña curiosamente corría de un puesto de queso a otro para tomar un trozo, aún de los más maduros y de sabor fuerte.
Desafortunadamente, no muchos están enterados de dónde se ubica este mercado y cuándo lo pueden encontrar. Por lo anterior, no hay muchos turistas nacionales o internacionales que lo visiten, ahora tendrán que esperar hasta el próximo 1 de marzo para descubrir sus aromas y sabores.
Una gran opción
Este corredor es una excelente opción para un paseo sabatino. Es recomendable, sobre todo para los conocedores de queso y vino o para los amantes de lo orgánico o natural.
Dulces, cremosos, picantes o salados son los sabores que se pueden degustar en el Mercadito Queretano el primer sábado de cada mes, ubicado en el Andador Libertad, al cruzar la calle Pasteur.