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Un espacio artístico accesible para todos

Un espacio artístico accesible para todos
04/02/2014 |00:01
Redacción Querétaro
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En el Museo de Arte de Querétaro (MAQRO) se trabaja en la adecuación de un elevador, con el objetivo de convertirlo en un espacio incluyente para todo el público, de fácil acceso para personas de la tercera edad y visitantes que requieran el uso de silla de ruedas, explicó Marcela Herbert Pesquera, directora del MAQRO.

Durante el 2013 fueron varias las adecuaciones que se realizaron en el recinto, como un nuevo sistema de iluminación, drenaje y reaprovechamiento del huerto. Actualmente, se trabaja en la restauración de la fuente y la integración de la estructura para un elevador.

Herbert Pesquera dijo que se realizó “un rescate del huerto donde se amplió la parte de talleres, se pusieron baños para los niños, la bodega se acondicionó en un espacio donde fluyeran más las personas y se pusieron baños para personas con capacidades diferentes”.

Los trabajos se realizaron mediante la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas (SDUOP), con el consejo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y por financiamientos como el Programa de Apoyos a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAYCE), que solicitó el Instituto Querétaro de la Cultura y las Artes.

Como parte de este proyecto de accesibilidad, la Secretaría de Obras Públicas trabaja en las adecuaciones para instalar un elevador que permita a personas de la tercera edad y visitantes con silla de ruedas acceder a la planta alta del recinto. La inversión para el proyecto, “fue de un millón 300, es un elevador contemporáneo que es una caja de cristal”, especificó la funcionaria.

Con lo anterior, agregó, “esperamos en futuros años tener exposiciones internacionales y cumplir con los requerimientos que nos piden otras instituciones para traer exposiciones internacionales”.

Para este año continuarán con la “Visita a ciegas”, una de las actividades que promueve el museo en colaboración con el Voluntariado Docente del MAQRO.

Esta actividad da a los asistentes la oportunidad de recorrer con antifaz el ex convento de San Agustín del siglo XVIII, reconociendo los espacios del museo a través de lo sentidos. También tienen talleres de cerámica para los invidentes y clases de apreciación del arte.