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De profesión administrador de empresas, Kamil Nahhas Francis está inmerso desde hace 30 años en el giro gastronómico y recientemente abrió las puertas del restaurante Los Pavo Reales, que brinda un menú de alta cocina tradicional y mexicana.
Este nuevo concepto está ubicado frente a Plaza Los Arcos en una casona queretana valuada como una joya arquitectónica que transmite una atmósfera de relajamiento, calma y confort y, que al visitarla los paladares más exigentes podrán permanecer por horas.
Kamil recuerda que para llegar a lo que tanto le apasiona, el trato hacia los comensales, primero trabajó en la industria automotriz, posteriormente en el giro de servicios financieros y fue en el año 2000 cuando llegó de la ciudad de México a Querétaro para ganar terreno en esta industria.
En Los Pavo Reales, compartió nuestro entrevistado, “tratamos de recuperar los sabores originales de la cocina mexicana, haciendo los moles, los pipianes y los adobos. Todas las recetas son hechas en casa, no compramos nada de fuera”.
El espacio es apto para 150 comensales; en la parte alta, unas bellas escalinatas transportan al segundo piso, además cuentan con estancia infantil, que a decir del empresario los fines de semana se encuentra a su máxima capacidad.
Su carta menú mencionó el restaurantero casi siempre dicen lo mismo, “todo está muy bueno”, pero quien tiene la última palabra es el comensal, “hemos visto que ha gustado muchísimo el chamorro en adobo, es un ícono del lugar”.
El servicio está compuesto por desayunos, comidas y cenas que pueden ser unos chilaquiles Don Carlos en salsa poblana, de pollo bañados de mole poblano y enchiladas de requesón en salsa verde.
La inspiración de Los Pavo Reales compartió Nahhas Francis, está ideado por sus continuas visitas al restaurante El Cardenal, en el Distrito Federal, ahora Ciudad de México.
Como plus, Kamil señala que en Los Pavo Reales su plantilla la conforman 30 empleados que están dedicados al ciento por ciento para hornear el pan dulce, preparar el chocolate y por supuesto el aromático café.
“En verdad, las señoras estaban esperando un lugar así para sus desayunos, con el de boca en boca vamos atrayendo más clientes, tanto en el desayuno como en la comida y también en la cena”.
En esta su nueva casa dedicada a la gastronomía, el empresario, quien también es propietario de los reconocidos restaurantes Glass y la cantina Santo Milagro, concluyó, “aunque el mercado está sobre ofertado, siempre hay nichos de oportunidad para todos. Los restaurantes que hagan bien las cosas son los que van a perdurar”.