A veces los más grandes inventos nacen por una simple casualidad o por algún evento desafortunado.

Ahí están los casos de Netflix, que se creó porque a su dueño se le olvidó devolver el DVD a Blockbuster o el de Coca-cola, que comenzó vendiéndose en farmacias porque se creía no iba a ser tan popular.

Lo cierto es que, de no haber existido un ojo que apostara por estas propuestas, hoy en día no tendríamos algunos de los mejores creaciones como el teléfono, la tv o el Internet.

Es esa necesidad de apostar a aquellos inventos que parecen poco fructíferos por lo que nació Negociando con tiburones, el nuevo reality que el canal TLC transmite todos los viernes.

El reality apuesta por mostrar cómo pequeños empresarios son capaces de arriesgar el todo por el todo, hundirse en el intento por sacar a flote sus ideas o inventos.

¿Qué hace tán particular a este programa de tv del resto? y ¡Qué tan lucrativo —productivo— puede resultar? El show trata de los siguiente: en cada capítulo, diversos e impetuosos futuros empresarios buscarán que un grupo de afamados inversionistas (tiburones) crean en sus inventos para que los apoyen y financien.

Aquí que cualquier persona emprendedora podrá argumentar de una manera óptima su invento y tendrá que estar dispuesto a defenderlo para convencer a los tiburones de que aprueben su idea.

“Básicamente nosotros somos unos viejos tiburones inversionistas y tenemos el ojo para saber qué invento podría funcionar y ver qué vale la pena apoyar, se trata de que ellos nos sepan vender una idea”, detalló a EL UNIVERSAL Kevin O’Leary.

O’Leary comparte show con otros expertos tiburones como Mark Cuban, Bárbara Corcoran, Lori Greiner, Rober Herjavec, Daymond John y Steve Tisch —copropietario de los Gigantes de New York— y dijo que todos están dispuestos a financiar nuevos proyectos aunque eso, represente un negocio riesgoso y en ocasiones con pérdidas.

“No hay límite para lo que invertiría si encuentro un buen negocio. He hecho ofertas por un cuarto de millón de dólares, he hecho ofertas por 2 millones de dólares, por 25 mil. Cada negocio es diferente y su oportunidad también”, explicó.

Kevin afirmó que el reality show ha cobrado tanta fuerza en las últimas temporadas en EU que ahora que la gente sabe que ellos pueden ayudar a que un negocio crezca, las grandes empresas también acuden a su show.

Hasta la fecha el mayor acuerdo que han logrado es de 2.5 millones de dólares y aunque pudiese parecer sencillo, algo a lo que ninguno de estos tiburones está dispuesto es a perder y fracasar. Por eso no será sencillo que los participantes consigan su apoyo, por lo que el empresario aseguró que los participantes tendrán que usar lo mejor de la retórica si quieren ver su idea convertida en realidad.

“Lo que yo hago particularmente es tomar 5% de mi capital y lo invierto en nuevas empresa cada año en ofertas de capital de alto riesgo. Antes de Nadando con tiburones vienen a mí gracias al show”, detalló.

Así, gracias a este programa, tanto los participantes como el se han visto beneficiados y todos (o casi) han ganado. O’Leary hasta el momento ha invertido en 21 empresas que descubrió a través del programa. “Es un programa sobre tener visión, creer y arriesgar, aún para un inversor tan conservador como yo. No sabemos nada sobre el negocio antes de que el empresario entre a vendernos su producto. De hecho, no se les permite hablar con nosotros antes, por eso el programa funciona”.

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