El conflicto racial entre los nativos americanos y los citadinos estadounidenses es expuesta de nueva cuenta en la televisión a través de la segunda temporada de The red road.
Luego de una primera temporada corta pero bastante exitosa en cuanto a la crítica y los niveles de audiencia, regresa esta transmisión que relata el conflicto entre una pequeña comunidad de Nueva Jersey y una tribu de indios americanos.
En palabras de su creador Aaron Guzikowsk, este programa no intenta crear una polémica sino que solamente muestra un realidad que hoy en día está más que vigente en Estados Unidos.
“La primera vez que supe de este conflicto de la tribu india Ramapaugh (en la que se inspira la historia) no pude sacarme la idea de la cabeza durante mucho tiempo, me puse a pensar que es algo que aún ocurre en estos días.
“Yo vivo en Nueva York y ahí es algo que todavía sucede, hay un conflicto de razas y eso me hizo interesarme en hablar acerca de este tema”, detalló a EL UNIVERSAL.
La poca experiencia que Aaron tenía en la producción de televisión hizo que su primera idea fuera hacer esta historia en una miniserie de seis capítulos. Pero tras la gran aceptación que tuvo ese proyecto, creyó importante y necesario seguir contando la historia.
Así llega, después de una año, esta segunda temporada, la cual, según Guzikowsk, se adentrará más en el conflicto interno de cada grupo y la manera en que eso perjudica su relación con el resto del mundo.
“La segunda temporada es sencillamente épica, buscamos sorprender mucho al espectador, que los mantuviera más en tensión. Crees que sabes lo que va a pasar, y entonces te cambian la jugada, para mí es un placer y una satisfacción trabajar en esta serie”, acotó.
Secreto. Por otro lado, Aaron Guzikowsk explicó que The Red Road “es una serie muy bien escrita y construida, es trepidante; está cuidadosamente estructurada y mantiene una gran tensión”.
En esta nueva temporada de la serie que se estrenó ayer a las 19:00 horas por Sundance Channel, cada personaje enfrentará a sus propios fantasmas: Jean se enterará de oscuros secretos familiares, Kopus se enfrentará a sus problemas de conciencia y Jensen deberá decidir dónde está el límite de su moralidad.
“Creo que al público le ha gustado debido a la gran similitud entre la serie y la realidad. Estos son personajes reales, complicados y complejos, igual que nosotros; es real para mí y para los espectadores también”.