Desde hace dos años, la pintora María del Rosario Treviño (MaRo) radica en el municipio de Tequisquiapan, Querétaro, donde dice que encontró la paz para concluir su obra Vuelvo al todo. que el 6 de junio inaugurará en el Museo de Arte.
MaRo salió de Monterrey, Nuevo León, por el conflicto de violencia, y llegó a Tequisquiapan buscando un lugar en donde vivir y crear. “Yo veo la vida como si fuera un pay que está partido en cuatro, y yo ya llevo tres pedazos comidos, ya sólo me falta el último, y para ese último quiero estar feliz y estar en un lugar hermoso”, comentó la pintora.
En Tequisquiapan ha logrado establecerse y continuar con su labor creativa, “y estoy feliz junto con mi marido, porque se nos hace como un paraíso, la gente amable, generosa, aquí todos se sonríen, en ciudades grandes como Monterrey la vida se vuelve tristemente violenta”.
La nueva exposición de MaRo refleja un pensamiento de espiritualidad y poesía enfocado a “volver al todo, porque venimos del todo, depende de tu religiosidad o si es la energía o si es el creador, pero salimos de una fuente divina y pasamos por la vida que son paisajes, y esos son los que pinto”.
Sus obras exponen un espacio blanco en la parte superior e inferior, “el color blanco significa el todo, una fuente divina”. Y los paisajes que expone en esta serie de 33 lienzos y esculturas son imaginados y paisajes reales de la Sierra Gorda de Querétaro.
Las esculturas que exhibe son troncos que cayeron de forma natural a la tierra, y que fueron intervenidos sin alterar su estructura original, “yo nada más muestro lo que la naturaleza y la creación han hecho con ellas, una obra maravillosa de arte, es algo que trascendió, que vivió, que tuvo su esplendor y que se transforma en un pieza de arte, un poco lo que nos va ha pasar a nosotros”.
MaRo participó recientemente en la exposición ID´s, Identidades, Fragmentos en la Memoria, Arte en Barrica, que se organizó dentro de los festejos de la Feria Nacional del Queso y el Vino de Tequisquiapan. La pintora estuvo invitada con otros 19 artistas para intervenir barricas de vino cada uno con su técnica y estilo.
La barrica presentada por MaRo expone la misma esencia de la espiritualidad y el color blanco que se podrá apreciar en su siguiente exhibición.
