¿Tacos? Al pastor, de cochinita, suadero, tripa, bistec, canasta, guisados, carnitas, chicharrón y hasta árabes... ¿por qué no?, y es que en el mundo de este popular antojo, todo cabe en una tortilla, elemento esencial e imprescindible de algo tan nuestro, típico y tradicional como es este platillo, que abandera la gastronomía mexicana.
Conquistadores de corazones y de paladares, los tacos son, de entrada, el manjar que los extranjeros quieren saborear cuando llegan a tierras mexicanas; personajes de la cocina mundial como Anthony Bourdain, los hermanos Roca, y Ferran Adrià, entre otros, han caído rendidos ante el sabor de tan suculento bocado.
En la ciudad de México, este antojo goza de un sinfín de santuarios, donde los comensales le rinden el merecido tributo, acompañado siempre de una cerveza fría, una agua de jamaica, horchata, o bien, un refresco.
Pero entre todo este gran mercado de tacos, se distinguen aquellos que han pasado la prueba del tiempo, superado crisis y que se sirven en lugares de gran tradición, como El Huequito, El Califa y Los Panchos, pero también están aquellos de reciente apertura que en poco tiempo han cautivado paladares.
El huequito
Fundada hace 55 años, la taquería El Huequito llegó para quedarse en las calles de Ayuntamiento 52, donde ha cumplido más de medio siglo, y se ha expandido en otros puntos de la ciudad de México, como en Bolívar 58, donde se ubica su restaurante bar, o la de la calle de Tintoreto, frente a la plaza de Toros México.
Aunque esta taquería cuenta con una gran carta, su producto estrella es el taco al pastor, que se sirve de una manera muy peculiar, porque la tortilla se enrolla de manera cilíndrica y la carne no está condimentada como en otros lugares, sino al natural, para que el sabor sea lo mejor en cada mordida.
“Nosotros ofrecemos tacos gourmet, el de pastor es enrollado y bañado con dos salsas, es único”, indica su propietario, Marco Antonio Buendía González, quien comenta que su taquería es una de las pocas que cuenta con todas las certificaciones de calidad, como el Distintivo H, que le dan certidumbre a la clientela, de la calidad e higiene.
Además de al pastor, el comensal puede deleitarse con los tacos gorila, preparados de cecina, chistorra y chicharrón espolvoreado; cortes americanos, que pueden acompañarse con ocho diferentes salsas, desde la pico de gallo, salsa roja, chile de árbol, guacamole, habanero, macha, morita, pico de gallo y la de la casa, así como otros platillos que serán buenas entradas como la sopa de hongos y la de tortillas, el marco perfecto para un buen taco.
El califa
De reciente factura, esta taquería que inició en las calles de la Condesa, ha extendido sus dominios al sur y norte de la ciudad de México, donde los amantes de los tacos de bistec, tienen un refugio para las madrugadas, porque sus puertas cierran hasta las 4 de la mañana, o pueden solicitar su orden a domicilio.
Entre las grandes virtudes que poseen los tacos El Califa, indica Hermann Montoya, gerente del lugar, es que están elaborados con tortillas hechas a mano recién salidas del comal, servidas con un gran trozo de bistec de 50 gramos, tan suave que puede disfrutarse en cada mordida y celebridades de la talla de Paris Hilton, Owen Wilson, y Huggie Laurie, han dado fe de ello.
Los panchos
En la calle de Tolstoi, en la colonia Anzures, destacan Los Panchos, una taquería que se convirtió en restaurante, donde el aroma de las carnitas es el mejor recibimiento para los comensales.
Los Panchos tienen una tradición de casi 70 años, tiempo en el que se ha confirmado como uno de los consentidos de los capitalinos que disfrutan de un buen taco de maciza, de cueritos o de costilla, así como de platillos típicos como los chiles en nogada y el mole de olla con espinazo de cerdo.
Entre otros tacos que los clientes degustan aquí, en la taquería o en el restaurante, están los de chamorro, longaniza, moronga, bistec y chicharrón guisado, todos acompañados por una gran variedad de salsas, como la molcajeteada, verde cruda, cocida, de árbol y de habanero sin faltar los picositos chiles toreados.
Juan Manuel Vázquez, gerente del restaurante, indica que las carnitas que aquí se han servido desde el inicio de este lugar, son originarias de Michoacán, y su inconfundible sabor ha sido parte del éxito de Los Panchos.