Madrid.— Ocho años después del éxito de Babel, Alejandro González Iñárritu está dispuesto a superar los logros de ese filme con Birdman, una comedia negrísima con la que el realizador mexicano es favorito en todas las quinielas de los Globos de Oro, que se entregan en una semana, y en los Óscar.
La gala de los Globos se celebra el día 11 y las nominaciones a los Óscar se anuncian el día 15.
Iñárritu y Alfonso Cuarón forman junto a Guillermo del Toro el trío por excelencia de directores mexicanos, con unas brillantes carreras que les han llevado a ser considerados entre los mejores realizadores del cine actual a nivel mundial.
En el caso de Iñárritu, sus tres primeros largometarjes Amores perros (2000) , 21 gramos (2003) y Babel (2006) forjaron la imagen de un director preocupado por la sociedad en la que vive.
Siguió Biutiful (2010), la primera sin Guillermo Arriaga en el guión, y de la que solo se salva la fantástica actuación de Javier Bardem.
Cuatro años después, González Iñárritu se ha ganado a la crítica con un filme con humor repleto de referencias cinematográficas.
En Birdman, el mexicano cuenta la historia de Riggan , un actor solo conocido por un antiguo papel de superhéroe, que intenta demostrar que es más que eso con un arriesgado montaje teatral en Broadway.
Con una cámara que apenas deja el recinto del teatro y unos actores que se creen sus papeles hasta en lo más mínimo, la película es sorprendente y supone un giro radical en la carrera de Iñárritu.
En una semana se conocerán los ganadores de los Globos de Oro y poco después los nominados para los Óscar.