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La muerte del actor Philip Seymour Hoffman a causa de sobredosis de heroína no sólo marca la adicción y muerte de un destacado histrión, sino también de una tendencia en Hollywood por las drogas, la cual en la última década ha cobrado la vida de diversas celebridades.
En los últimos años, importantes personalidades como Whitney Houston, Michael Jackson y Heath Ledger han perecido debido a su adicción y que en su mayoría fueron encontrados muertos en sus domicilios o en hoteles.
El dinero, la fama y los lujos, combinados con las drogas y el alcohol son una combinación que algunos famosos no pudieron sobrellevar, muestra de ello fue la trágica muerte del joven protagonista de Glee, Cory Monteith, quien el pasado 13 de julio fue encontrado sin vida en su habitación de hotel en Vancouver, Canadá. La autopsia reveló que Cory murió de una sobredosis de alcohol y heroína.
Dos años antes la cantante Whitney Hosuton, quien se encontraba preparando su participación en los Grammy, acabó con su vida, tras acabar ahogada accidentalmente, luego de haberse drogado con una mezcla de cocaína y varios medicamentos.
Cómo olvidar que hace casi seis años el actor Heath Ledger fue hallado en el cuarto piso de la calle Broome St. 421, en el Soho de Manhattan, inconsciente, boca abajo, a los pies de su cama. La autopsia reveló que la combinación de medicamentos para el insomnio, la ansiedad, la depresión y el dolor fue letal.
Quien también murió joven y de inmediato se unió al club de los 27 —en el que también figuran Janis Joplin, Jimi Hendrix y Jim Morrison, quienes también murieron de sobredosis— fue Amy Winehouse; después de haber tenido una dura lucha contra sus adicciones, sucumbió ante ellas.
El 8 de febrero de 2007 la ex conejita de Playboy, Anna Nicole Smith, murió en un hotel de Florida. La autopsia reveló que se ahogó en su vómito, luego de desmayarse por haber ingerido una sobredosis de metadona.