Para entender el método Halo Between hay que vivirlo, sentirlo. Quienes estuvieron presentes en la clase abierta al público, fueron testigos de la magia que desprenden los colaboradores que particpan en este proyecto creado por Rick Maciel, ellos son personas autistas y con síndrome de Down que ya han experimentado cambios en su conducta.
Con esta clase abierta al público concluyó el primer ciclo de talleres. Pero este proyecto que tiene como base la creación de música con juguetes no se queda ahí, pues el 15 de marzo iniciarán nuevos cursos con los mismos integrantes, se dará seguimiento al trabajo realizado en el primer período y se unirán nuevos estudiantes, quienes son becados con el apoyo de patrocinadores.
En esta segunda etapa, el procedimiento será aplicado a un grupo de niñas que fueron abusadas sexualmente. De esta forma, es la primera vez que se trata a personas con esta historia, informó Rick Maciel a El UNIVERSAL Querétaro.
“Halo Between se enfoca en sanar, en despertar las emociones y en liberar los miedos”, afirmó el joven creador, quien tiene la esperanza de generar alternativas de cambio a través de su trabajo.
Los primeros talleres de Halo Between en Querétaro, con sede el Museo de la Ciudad, se dividieron en dos grupos: el primero integrado por niños de 2 a 8 años y otro con personas desde los 12 hasta los 44 años. El 70% de los integrantes, constató Rick, padecen síndrome de Down.
Además, el método, que fue probado en el Creative Growth Art Center de San Francisco, California, se encamina a crear en Querétaro un Centro de Artes para personas con dichas enfermedades. Ello será posible con el apoyo de patrocinadores e instituciones que se sumen a la causa y otorguen becas para que los integrantes puedan continuar con su proceso creativo.
Asimismo, se tiene planeado grabar un disco con los integrantes más avanzados del taller. Esto se llevará a cabo gracias a la cooperación de las instituciones y personas que se han sumado a la magia.
MÉTODO COMPROBADO
Desde el comienzo de los talleres, se informó a los padres de los niños y jóvenes inscritos que no iban a ser tratados como personas especiales o diferentes, sino como artistas.
“Mi hija (de ocho años, con síndrome de Down y un alto grado de hiperactividad) aprendió a controlarse, a hacer muchas cosas independientes que yo no sabía que podía lograr” afirmó la señora Citlaltzin García, como testimonio de los cambios que ha logrado el taller.
El 28 de febrero se realizó en el Museo de la Ciudad la clase muestra con los integrantes del segundo grupo. La presentación, explicó Rick Maciel, consistió hacer algunos ejercicios efectuados en clase, y la sesión terminó siendo un concierto electrizante, llego de magia, de sonrisas y aplausos.
“A partir de que mi hija Samantha inició con el taller de música impartido por Rick Maciel, algo mágico empezó a suceder en su mundo interno, haciéndola cada vez más feliz, radiante y tolerante con el medio social, además de mejorar su pensamiento lógico, lenguaje y capacidad para comunicarse”, relató Alicia Vega, madre de una de las menores que participó en la clase.
En esta presentación se pudo apreciar el lazo de amistad existente entre los participantes. Rick Maciel explicó que el método sirve para despertar las emociones y crear vínculos afectivos. “La falta de salud emocional es lo que más padecen los niños”, agregó.
Tras esta sesión de muestra, el creador del curso viajó a San Francisco, California, pero retornará el 15 de marzo para continuar desprendiendo en Querétaro la magia de Halo Between.