Miles de seguidores de Luis Miguel acudieron al Hípico de Juriquilla para ser testigos de uno de los conciertos más esperados de 2018, que marca el regreso a los escenarios de El Sol. En esta cita, el intérprete aprovechó para compartir su nuevo material discográfico, que lleva el mismo título de su gira a nivel nacional, “México por siempre”.
Luego de tres años de ausencia en el estado y tras haber dejado mucho qué desear en su última presentación, Luis Miguel sorprendió a sus fanáticos con un show completo, en el que estuvo acompañado de mariachi.
El concierto inició con una hora de retraso —a las 22:30 horas—, sin embargo, el público olvidó el incidente para entregarse a su artista, quien fue anunciado con estridencias, seguida de música de trompetas y un momento climático en el escenario, ya que detrás de una enorme cortina blanca, luces parpadeantes y proyecciones a modo de ondas, apareció la silueta del cantante, que poco a poco se hacía más grande.
Fue entonces cuando el multipremiado intérprete de “Amor, amor, amor” apareció vistiendo su clásico y elegante traje color negro e impresionó a los presentes con su voz tenor, que fue acompañado con los gritos incesantes de sus fans.
Envuelto en un ambiente festivo, Luis Miguel agradeció a los presentes. “A los grandes fans de toda la vida, de todos los años, gracias de verdad. Qué tal si empezamos a calentar un poco el ambiente, ¿les parece?, con algo que ustedes conocen mejor que yo”, se dirigió al público para entonar “Un hombre busca a una mujer”.
Una de las partes más esperadas llegó a mitad del concierto, con un popurrí de éxitos que evocó temas infaltables como “Amor, amor, amor”, “Cuando calienta el sol” y la más coreada de todas, “La incondicional”.
A lo largo de dos horas y media, Luis Miguel dio prioridad a los temas de su nuevo álbum, en donde ensalza las raíces mexicanas, por lo que estuvo acompañado de mariachi.
Fue el momento ideal para que Luismi entonara “La fiesta del mariachi” que, como su nombre lo dice, contagió al público con una verdadera celebración mexicana e incluyó otros temas nacionalistas que sonaban mientras en la gran pantalla se proyectaba la bandera de México.
Ya para la recta final, el cantante hizo bailar a todos con el clásico “Isabel”, que llenó el escenario con una explosión de confetis blancos para despedirse de una experiencia musical, misma que reivindicó a El sol para volver a brillar en su órbita.
Las canciones de este astro se han convertido en el soundtrack de la vida de muchos mexicanos y es precisamente esta nostalgia la que los hace asistir a un concierto para escuchar de viva voz los temas que les recuerdan episodios importantes de su vida, tal es el caso de Rosario Garza, quien desde hace 32 años es fanática de Luismi, y acudió al evento acompañada de su amiga Yara Gómez; ninguna de las dos podían contener la emoción de ver nuevamente a su artista favorito en escena.
“Lo escuché cuando tenía ocho años, mis primas eran seguidoras fieles y desde el primer momento que lo oí lo amé para siempre”, expresó Rosario, quien antes de entrar al espectáculo le cantó a su esposo “El primero”, melodía del disco Busca a una mujer, lanzado en 1988.
Rosario aseguró que ha crecido a la par de Luis Miguel, ya que lo ha visto evolucionar en todos los aspectos. Asimismo, mencionó que con cada nuevo look que el cantante implementa en su imagen, ella se enamora más de él; desde el cabello largo hasta el famoso casquete corto que utilizó en el video de “La incondicional”.
“Qué puedo decir si lo amo, lo veo cada vez más hermoso. El último concierto que hizo aquí todo mundo dice que no llegó a lo que se esperaba, pero que esta vez trae una nueva actitud”, expresó Rosario.
Además por su gran carga romántica, la voz de Luismi retumba en los oídos de los enamorados, que fácilmente convierten sus éxitos en la musicalización de su historia de amor.
“‘Más’ fue la primera canción que escuchamos de él, pero la que comenzó a tener un significado especial para nosotros fue ‘Si nos dejan’, que la cantan varios intérpretes, pero con él nos identificamos de inmediato”, dijo José Márques, quien junto a su esposa Mónica Gonzalez asistieron a disfrutar de este concierto.
Y es que la pareja originaria de León, Guanajuato, hizo suya esta canción desde la adolescencia, cuando eran novios “a escondidas”, ya que el padre de Mónica no estaba de acuerdo son su relación.
“De ahí empezamos a escuchar más canciones de Luis Miguel y yo se las dedicaba”, afirmó José y explicó que una manera de celebrar su matrimonio es acudiendo a los conciertos de El Sol a ciudades como Guadalajara, Aguascalientes, por supuesto León y en esta ocasión Querétaro, que se convirtió en un momento especial, pues están en la espera de su primer bebé.
“Estamos muy emocionados de estar aquí; sentimos que antes disfrutaba más lo que hacía, le ponía más punch a sus presentaciones. Pero bueno, nosotros estamos presentes porque nos gusta, además tenemos altas expectativas, hemos visto videos recientes y creemos que viene fuerte de nuevo”, concluyó José previo al concierto.