Los protagonistas de este bar, como su nombre lo dice, son “Los Espíritus”, según cuenta la leyenda del lugar, las almas deambulan por los pasillos de la casona haciendo travesuras y dejando pruebas de su existencia.
“En servicio nos han apagado la música, nos han movido artículos y hemos visto sombras o cosas desacomodadas de la nada; muchos empleados nos han dicho que los espantan; pero a nosotros en realidad nos da gusto tener inquilinos”, expresó Ricardo Gutiérrez, gerente operativo.
En el andador 5 de mayo #14, dentro de “La Mercadería” se encuentra ubicado este nuevo concepto, que destaca por su decoración inspirada en la cultura mexicana y sus tradiciones con el tema de la muerte.
Otro punto a destacar es la mixología de la casa, ya que las bebidas son preparadas a base de elíxires tradicionales como mezcal, tequila, pulque, sotol y charanda, un destilado de caña poco conocido, originario de Michoacán.
“Los Espíritus” fue abierto al público hace un mes aproximadamente, la idea nació en torno a una peculiar visita, la del alma de un niño que falleció hace muchos años en el pozo del patio y que hoy en día puede verse transformada en una pequeña fuente.
“El dueño de la casona nos contó que a él le tocó presenciar esta historia, dice que el pequeño era hijo de una cocinera de la familia que vivió aquí y seguido nos encontramos huellitas”, narró Ricardo.
La intención es crear un lugar que exprese estos temas como algo cotidiano y no como un elemento de miedo o susto. Para los fundadores del lugar, es la creación de un altar, así como un espacio en el que vivos y espíritus convivan.
“Queremos que este lugar esté lleno de vida, a ellos les queremos dejar un incentivo dándoles una parte especial con un gran espejo, música e incluso, un columpio. Para los comensales, buscamos ofrecer algo totalmente innovador”, detalló el gerente.
Para poner ambiente existe un escenario en la parte alta de la barra, cada semana llega un Dj distinto con diferentes propuestas musicales, que hacen bailar a los presentes.
En esta primera etapa del bar, se abre únicamente los viernes y sábado, pero se espera que con el paso del tiempo puedan extender los días de atención.
Feliza Olvera y Sergio Barambila son los encargados de hacer una serie de cocteles únicos, entre los que se pueden ordenar:
Diavolo. A base de charanda, concentrado de fresa, limón natural, adicionado con agua mineral. Normalmente se prepara en un cántaro.
Espíritu. Es la bebida estelar de la casa; se sirve mezclada con curacao, jugo de mango y charanda blanco.
Chupito místico. Preparado de pepino, limón y mezcal, escarchado con chile.
Pulque. Curado con pulpa natural de nuez, chocolate, fresa, mango o piña.