Los niños buenos han despertado con sorpresas debajo de sus áboles de navidad. Los nervios de la noche terminaron y los más pequeños corren para abrir el obsequio que los Reyes Magos han traído desde tierras lejanas. Algunas cajas son pequeñas y resguardan artículos tecnológicos, otros son grandes muñecos que no hacen otra gracia que lo que la imaginación pueda crear.

Desvelados y emocionados niños y niñas despiertan a sus padres con la alegría de descubrir la recompensa por haber sido bien portados durante el año. Algunos prefirieron pedir gadgets, otros figuras de acción o muñecas que cobran vida en la mente de cada uno de ellos.

“Creo que los carritos o los muñecos te dan la oportunidad de usar más la imaginación y hasta ser creativos”, dice “Roque” (Luis Ceballos), quien considera que si hacer muchos calzones chinos es portarse bien, él fue un muy buen niño este año en La CQ.

Otro que prefiere un poquito más los juguetes sin tanta tecnología es “Beto” (Benny Emmanuel). “Siento que los niños no deberían de clavarse tan chiquitos en cosas tan modernas, pero sí creo que las tabletas o los teléfonos celulares te dejan interactuar más y están padres”, dice.

Mientras tanto, “Monche” (Harold Azuara) confiesa que a él si le gustan los dos tipos de entretenimiento. “Con el tecnológico tenemos la ventaja de que puedes incluir todos los juegos en uno sólo, pero creo que estos (manuales) son para imaginar más, para ser más creativos”.

Durante su visita a EL UNIVERSAL, los alumnos de la secundaria Constantino Quijano contaron sus experiencias durante el día de los Reyes Magos y confesaron que ellos no han sido muy fans de los juguetes mexicanos, pero que sí tuvieron la oportunidad de divertirse con ellos.

“A mi abuelo me enseñó a jugar con el trompo y fue con él con quien aprendí a disfrutar esos juguetes”, contó Luis. “Creo que las nuevas generaciones ya no se meten tanto en ese rollo, pero creo que deberían de intentarlo, de hacerlo, para que vivan es experiencia”.

“Yo no sé bailar un trompo o jugar con el balero, pero sí se jugar mucho con el yo-yo”, reconoció Harold. “Yo tampoco aprendí a usar esos, pero sí fui mucho de canicas, tenía una gran colección de canicas de colores”, expresó Benny.

“Para los niños es importante creer en estas fechas, porque eso nos da la oportunidad de vivir más la niñez”, comentó Benny Emmanuel. “Además de que nos de nos anima a portarnos bien durante todo el año”, agregó Harold.

“La verdad si hice travesuras este año, pero creo que en general fui bueno y si me merezco los juguetes que recibí”, confesó Harold. “Yo preparé mi carta con una semana de anticipación, sobre todo por la emoción de la espera”, dijo Luis.

Con uno que otro súper héroe, robot, juego de mesa, luchadores, los integrantes de La CQ disfrutan del momento y sobre todo de la oportunidad que tuvieron durante el 2013 de hacer lo que más les gusta: actuar.

“Este año tuvimos muchos éxitos, la serie gustó mucho y ahora que estamos en teatro vivimos una oportunidad de hacer más cosas con nuestro trabajo y ha sido increíble”, comentó Benny.

A punto de empezar una gira por el interior de la República mexicana, el elenco de La CQ disfruta de ser niños, actores y del final de la fechas decembrinas.

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