El estrés y una vida laboral complicada son factores que merman la salud física y alteran el estado emocional y espiritual. Diana Ramos Vázquez, certificada en yoga terapéutica y yoga para niños, revela los beneficios de esta disciplina. “El yoga es para cualquier persona que quiera cambiar su vida”.
Hace 10 años Diana comenzó a practicar esta disciplina. Hoy, dice, “mi pasión es el yoga, hago ocho días a la semana. Con yoga mi vida cambio totalmente”. En su clase de yoga terapéutico atiende a personas con problemas físicos, falta de movilidad, derivado principalmente por estrés y mala postura.
¿Las personas que asisten a clase sólo es por problemas físicos?
—Generalmente el 100% de las personas que vienen a mi clase es por un problema físico, están estresados y hay contractura superior de espalda, les duele la espalda baja por la forma en que están todo el tiempo en oficinas, sentados frente a la computadora y la forma en que están acomodando su cuerpo provoca que se lastimen la espalda baja, que se cansen, porque son horas de estar así. Primero vienen a solucionar esa área, yoga terapéutica es una de las clases muy socorridas, yo tengo mis clases llenas. También viene gente porque se cayó y hay que corregir, darle rehabilitación a la rodilla, porque se lastimó el hombro y hay que darle rehabilitación o porque tienes escoliosis, malformación en tu columna vertebral, pero esos porcentajes son menos.
¿Cuál es la diferencia entre yoga y yoga terapéutico?
—El yoga es un bienestar para todos, te ayuda a equilibrar esos tres cuerpos que somos: físico, mental y espiritual. Trabajamos por medio de posturas, la diferencia es que una persona que está sana y puede moverse puede hacer las posturas de pie, sin tantos auxiliares y una persona que tiene demasiada rigidez le cuesta trabajo hincarse, por eso en yoga terapéutico se usan herramientas como silla, cobija, cinta, blocks, pelotas, porque eso les sirve a mejorar la postura, trabajar con mayor conciencia de dónde llevar tu mano, dónde deben ir acomodadas tus rodillas sin lastimarte.
¿Los mitos del yoga?
—Uno de los mitos es que tiene una religión que va a lo hinduista, cuando en realidad el yoga es una práctica para la salud primero, sin ninguna religión. Y yoga terapéutico es una rehabilitación a tu cuerpo.
¿Cómo una persona puede identificar qué estilo de yoga le es más favorable?
—Se ha abierto una gama de estilos impactantes, ashtanga, hatha, terapéutico, etc. Yo creo que lo ideal es que en el momento en que llaman a algún lugar para tomar una clase les aclaren si es un trabajo fluido, dinámico, si es más suave, si es para lesiones o es para algo que requieras trabajar más a conciencia. Si ya es practicante y no tienen ningún problema físico puedes encontrar clases más avanzadas. Creo que depende de la persona, hay gente que ya conoce y quiere más dinamismo y una persona de 60 años lo que quiere es descontracturar su cuello y hacer algo porque tiene mucha rigidez y las articulaciones no la dejan mover.
Beneficiados por el yoga
Diana Ramos tiene alumnos desde los 14 hasta los 70 años. Bertha Guzmán tiene 61 años y lleva dos años practicando yoga. “Siempre oí que tenía muchos beneficios y ese fue el motivo para comprobar si era cierto y ha sido una experiencia muy positiva para mí, me ha traído muchos beneficios en mi salud, por ejemplo, cada que vengo a mi clase siento que es una experiencia muy liberadora, me libero de muchas cosas”.
Ricardo Alvarado tiene 65 años y hace seis meses comenzó a hacer yoga a traído por una molestia en la parte lumbar. “Había oído que el yoga era bueno, investigué y encontré la clase de yoga terapéutica y efectivamente al empezar a tomar las clases con la maestra Diana empecé a notar cambios en mi postura, mi molestia bajó y ahora no me pierdo ninguna clase”.
Los asistentes a yoga son mayoritariamente mujeres, los hombres, dice Diana, poco se acercan por pena. “Es más fácil ver a un hombre en natación que en un tapete de yoga”, aunque en clases particulares sí participan.
“Sí son pocos los hombres que asisten y se lo están perdiendo, deberían de ponerse las pilas y permitirse a sí mismos tomar una clase de yoga para que vean los beneficios que existe”, agrega Ricardo Alvarado.