Todos los días, a partir del 1 de septiembre, el mes patrio, frente a la Casa de la Corregidora, en Querétaro, tiene lugar el espectáculo de los honores a la bandera.

No es cualquier ceremonia oficial, es un montaje teatral, ejecutado por los actores de la compañía Sol y Luna, con garbo y pompa, pero con el respeto y seriedad que merece el lábaro patrio.

La ceremonia teatralizada de Los Honores a la Bandera inició en 2010 y fue idea fue del gobernador José Calzada Rovirosa, quien quería algo especial, distinto, para los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución.

“Lo que hacemos es descontextualizar el pasado, 1810, y contextualizarlo en 2013, es avivar la flama, el espíritu por la patria”, dijo el responsable del montaje, Edgar Wootto.

A la señal de la banda de guerra de la Policía Estatal de Querétaro, vestidos de diario pero sin arma, en el corazón de la Plaza de Armas salen marchando cuatro soldados de Dragones de la Reina, luciendo sus mejores galas, uniforme de gala de la Colonia.

Son actores no militares, y por eso a veces marchan desigual, no miden su distancia con milímetros y señales, pero basta ver al regimiento de Dragones tocar los tambores con un estilo, para emocionarse.

Los curiosos, no muchos, se reúnen para verlos y no saben si aplaudir o guardar respeto.

Al frente va el general Joaquín Arias, el Insurgente que poco se destaca en las crónicas del movimiento de Independencia. Arias no era calvo, pero el actor Israel Ugalde, quien lo encarna, no tiene pelo y eso le da un toque chic, moderno, al montaje.

Ignacio Allende luce sus patillas, Juan Aldama parece actor de televisión y el cura José María Morelos marcha con mirada firme, como en los billetes de 50 pesos.

El momento estelar del acto, que no se extiende más de media hora, es cuando los héroes Insurgentes aparecen en los altos de la Casa de la Corregidora, convertida ahora en Palacio de Gobierno del estado.

En el Himno, alternan la voz de Carlos Sánchez, barítono, y Joaquín Ledesma, tenor.

Arias, Allende, Aldama y Morelos izan la bandera y luego la bajan. Lanzan tres disparos al aire, sale humo de quién sabe dónde. Los tambores retumban. El atardecer se pone bonito, como mandado a hacer.

Serán militares los que rendirán honor a la bandera el día 15 de septiembre, lo harán con disciplina y lealtad, como es habitual, pero no tendrá la belleza ni el oropel que conlleva izar una bandera, la mexicana, como lo hacen los actores de Sol y Luna, todos los atardeceres de Querétaro en septiembre, el mes más patrio.

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