La persecución hacia Roman Polanski, en 1977, —cuando fue acusado de abusar de una menor— no se compara con la que vivió en 2009, luego de ser detenido en Suiza.

Así lo explicó el propio cineasta en una rara entrevista concedida para el número de octubre de Vanity Fair.

En 1977 se declaró culpable de un delito sexual, por haber tenido relaciones con una adolescente de 13 años, Samantha Geimer, quien lo acusó de violación. Polanski pasó 42 días en prisión, pero huyó de Estados Unidos en 1978 por temor a ser condenado a 50 años de cárcel.

En septiembre de 2009 fue arrestado en Suiza para responder por el caso que tenía pendiente y entonces fue cuando sintió más la persecución. “No tuve todo eso entonces. Esto fue mucho más como el asesinato de Sharon (Tate, su esposa asesinada, en 1969, por la banda de Charles Manson) y lo que pasó después”, explicó así Polanski sobre la percepción que se tuvo de que él estuvo envuelto en el crimen de alguna manera.

Al ser cuestionado sobre las huidas durante su vida, respondió: “¿Alma de fugitivo? Escapé de un ghetto, de la Polonia comunista, tuve que huir de la persecución. Quizás no debí escapar... incluso si tuviera que regresar a Polonia y trabajar ahí toda mi vida, sería mejor que pasar por todo esto.

“Es fácil decir que estuve trabajando y viajando durante ese año (mientras esperaba la sentencia), pero fue una pesadilla. Fue tal shock saber que no había acabado, después de salir de la cárcel. ¡Libre! Con tu hatillo bajo el brazo, con el abogado esperándote fuera, de pie, en tu mente todo ha acabado. Y luego el juez cambia de opinión. Y tengo que volver a prisión, y nadie sabe cuánto tiempo. Simplemente no podía pasar por eso”, detalló.

El cineasta demostró que no ha evitado visitar ciertos países por el temor de ser extraditado, pues filmó en Alemania, tiene casa en España y viajó libremente a Suiza por 40 años, hasta su arresto.

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