La trova, como toda la música de buen gusto, no morirá nunca, dijo el poeta y cantante cubano, Silvio Rodríguez. Trascenderá, “porque no es música que nació en los salones, ni en castillos ni en palacios, es música que sale de las calles, y por eso tiene éxito, cuando es ratificada en las calles”.
El autor de “El Unicornio azul”, se encuentra de paso por México, como parte de su nuevo tour, titulado “La última cita”. Se trata, informaron medios cubanos, de la gira de “la despedida”.
Hace más de una década que Silvio no pisa tierras mexicanas para dar un concierto. La última vez se le vio en el Ángel de la Independencia y ya muchos no lo recuerdan.
Esta vez, el cubano ofrecerá 11 recitales, dos en la ciudad de México, el 9 y 10 de marzo, en el Auditorio Nacional; antes, el 7 de marzo en Puebla; y luego en Guadalajara, Tijuana, Hermosillo y Monterey.
El cubano viaja con más de 20 músicos y durante dos horas cantará temas inéditos, entre ellos, una tetralogía escrita por el cubano en los años 70 y tituladas “Exposición de mujer con sombrero”, “Óleo de muer con sombrero”, “Detalle de mujer con sombrero” y “Dibujo de mujer con sombrero”.
Se informó que en el Auditorio Nacional se grabará para que quede inmortalizado en un nuevo disco.
Silvio, como le dicen sus fans mexicanos, ofreció una rueda de prensa. Llegó tranquilo y respondió preguntas de todo tipo durante una hora y se retiró. Al final, como para defenderse de fotógrafos y reporteros, tomó su cámara y la disparó contras ellos mientras sonreía como niño que acaba de hacer una travesura.
Dijo Silvio que la música a la que siempre regresa es siempre clásica “Beethoven, Bach, Tchaikovsky y los grandes orquestadores”. Nada de canciones de protesta o letras poéticas, sólo música.
De libros, se queda con “La edad de oro”, un texto de cuentos para niños escrito por el prócer de la revolución, José Martí, que el cantante y autor leyó en su cuarto año de primaria. “Todavía lo tengo, y ya está un poco maltratado, pero todavía lo leo con mucho placer”.
Recordó con sentimiento a Paco de Lucía. El cubano dijo que el gitano dignificó el flamenco, “una música que era denigrada, música para la gente pobre, para gitanos, para la gente cutre y él cambió eso”.
Silvio, como Paco, dignificaron la canción. Ambos pertenecieron a una generación de músicos arriesgados e innovadores, que buscaron darle un sentido distinto a la música y que no fueran sólo canciones de amor, “sin quitarle eso, pero tratamos de ampliar ese aspecto temático, sin traicionar nunca a la poesía”, señaló el cubano. Silvio recordó también cuando tocaron juntos alguna vez, rieron y se tomaron fotos. “Era uno de esos grandes”.
Dijo que espera que en Cuba permanezcan las “conquistas de la revolución”, como son los beneficios de salud pública y la educación, y de lo “otro, al diablo”.
“El necio” es una de sus canciones que más tocan los trovadores de Cuba y Silvio, su letra sigue vigente “para los que todavía creen, para el que no se deje tentar, para el que los miedos o tentaciones de otro tiempo, y se arrodille”.
“Después esto, ¿cuándo volverá Silvio a México?”, pregunta un veterano reportero de cultura. “Nunca, es la despedida”, alguien responde y se queda en el aire.