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El placebo surtió efecto en los queretanos. La última dosis en tierras mexicanas de la sustancia auditiva compuesta por Brian Moloko (con todo y tapabocas), Stephan Olsdal y Matt Lunn cumplió con creces las expectativas del público local que asistió a la plaza de toros Santa María.
Como en sus demás recitales en otros puntos del país, la banda londinense no se guardó nada de su repertorio e hipnotizó durante dos horas con 15 minutos a los melómanos que respondieron con sonoras ovaciones desde que el trío pisó el escenario.
Con “Pure morning”, Moloko y compañía lograron de inmediato la conexión con el respetable que mantenía sus celulares arriba con la intención de captar en fotografía o video un momento, una canción que quizá los británicos no vuelvan a tocar en varios años.
Había pasado una década desde que ese tema no figuraba dentro del setlist de la banda, que no varió con respecto a los que tocó en otros estados de México y diversos países en días anteriores.
“A friend in need's, a friend indeed, a friend who'll tease is better”, replica el respectable. Siguen “Loud like love”, “Jesus’ son” y “Soulmates” que terminan la cohesión artista-público que no deja de sorprender. Altos decibeles, estridentes acordes, melodías que alivian malestares.
El turno llega para “Special needs”. Griterío y júbilo por el tema que fue uno de los sencillos de la placa discográfica de 2003, ‘”Sleeping with ghosts”. La gira por 20 años del debut discográfico de Placebo ofrece grandes momentos.
El recorrido auditivo hace que aparezcan canciones como “Lazarus”, “Too many friends”, “Twenty years” (a propósito de la celebración), “I know”, entre otras.
La imagen de David Bowie aparece en las pantallas que complementan la escenografía. Soporte perfecto para recordar al músico y maestro que partió el año pasado. Una canción que grabaron con él no pudo quedar fuera del repertorio. “Whitout you I´m nothing” deleita los oídos.
Sigue “36 deegres”, primer sencillo en la historia de la agrupación.
Los asistentes, aunque no coparon por completo la sede del concierto, fueron suficientes para demostrarle a Moloko y compañía que en Querétaro se aprecia su arte.
Moloko entonó su música con el tapabocas puesto la mayoría del concierto, aunque en ocasiones lo bajó para tener un mayor alcance vocal.
“Special K” desata la euforia, “No hesitation, no delay, you come on just like special K. Placebo continúa con “Song to say goodbye” y “The bitter end” que enmarcan un falso final.
La insistencia del público se hace presente. Necesitan más placebo para sentirse mejor. La sustancia surte sus últimos efectos. Los temas ‘Teenage Angst’, “Nancy Boy” (otro que no tocaban desde hace más de 10 años) e “Infra-red” completan la descarga de adrenalina.
La noche musical agoniza. Los alaridos de las gargantas ahí presentes se acrecientan para evitar la despedida. Logran que el efecto Placebo se alargue unos minutos con el tema “Running up that hill (A deal with God)” con el que Moloko, Olsdal y Lunn ponen el punto final a una gira mexicana, dentro del marco de un tour mundial.
Querétaro fue afortunado de ser considerado, y el público dejó un grato sabor de boca por su respuesta. El efecto del placebo que fue suministrado auditivamente a los miles de melómanos asistentes, será muy difícil de olvidar para quienes estuvieron ahí.
Sobresalió también la banda originaria de Chihuahua, Felipe el Hombre, conformada por Mario Murillo, Alejandro Flores y Daniel Pliego, que demostró por qué fue elegida como telonera de Placebo en todos los foros del país donde se presentó el trío británico. Sonido contundente que sirvió para calentar el ambiente para la banda estelar.
Tras sus presentaciones en México, la gira de Placebo por su vigésimo aniversario continuará por Francia, Portugal, Rumania, Republica Checa, Grecia, Grecia, España, Italia, Suiza, Bulgaria y Alemania, misma que se alargará hasta agosto del presente año.