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El desconocimiento de cómo opera la tecnología, no la tecnología en sí misma, puede causar miedo en algunas personas. Lo saben bien quienes no han utilizado una computadora en su vida.
De acuerdo con Átomo Educativo, asociación que tiene el objetivo de erradicar el analfabetismo digital en México, casi la mitad de la población no sabe emplear la PC.
Marcos López, cofundador y director de esta institución, refiere que cuando los individuos deciden aprender a utilizar una computadora, tienen temor a descomponer o romper el equipo, por lo que el primer reto es eliminar esa idea.
Hasta el momento, se han capacitado mil 600 personas en este espacio; de ellas el 60 por ciento tiene entre 35 y 60 años de edad.
Melva Sangri, presidenta y fundadora de Mamá Digital, centro que fomenta la cultura digital entre las mujeres que son madres, principalmente, agrega que existe la idea de que la tecnología es delicada, costosa y complicada entre los que quieren aprender a utilizarla.
Agrega que también está presente el “paradigma cultural” de que los hombres tienen una mayor capacidad en el uso de las herramientas tecnológicas que las mujeres.
“Hay una falta de conocimiento, de saber que la tecnología representa una serie de procesos e instrucciones que aplicados sistemáticamente, traen una mejor forma de vivir para las mujeres”, sentencia.
NO LES INTERESA INTEGRARSE
Las historias sobre cómo la gente se aproxima a la tecnología son diversas, sin embargo, también hay otras en las que algunos deciden, no por temor, estar al margen de esta.
Luis Mendiola García, de 41 años, es dueño de un cibercafé. Expresa que no utiliza teléfono móvil porque casi siempre está en su negocio, el cual cuenta con uno fijo. “Mi familia me encuentra sin problemas cuando quiere comunicarse conmigo”.
Sabe que en una emergencia, y de no encontrarse en su establecimiento, sí sería fundamental tener un teléfono móvil, smartphone u otro equipo portátil de comunicación.
Luis Clemente Jiménez, profesor de la Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey, dice que los cambios que conllevan los desarrollos tecnológicos podrían hacer sentir incómodas a algunas personas, sobre todo porque su zona de confort se ve afectada.
Descarta hablar de tecnofobia en los casos en que las personas deciden mantenerse al margen de la tecnología, ya que esta actitud de “resistencia” no impide que lleven una vida normal.
