El síndrome del intestino irritable es el trastorno gastrointestinal más común, que se caracteriza por dolor abdominal crónico durante al menos tres días por mes en los últimos tres meses. Su causa exacta se desconoce; sin embargo, se ha asociado a estrés y a infecciones bacterianas.
El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas a través de cambios en el estilo de vida y en la alimentación. Por ello, te decimos qué alimentos deberías evitar si padeces esta enfermedad pues podrían incrementar los síntomas.
1. Gluten
Cereales, granos y pastas, así como muchos alimentos procesados pueden contener gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno.
Por ello, es posible que algunas personas con síndrome de intestino irritable presenten síntomas de esta enfermedad después ingerir cualquiera de estos alimentos, señala el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón (NIDDK, por sus siglas en inglés).
2. Leche
La leche y otros alimentos con lactosa pueden causar inflamación, dolor abdominal y gases en personas con intolerancia a la lactosa, debido a que esta enzima no es absorbida en el intestino delgado. Por lo que tampoco es sugerido su consumo en personas con intestino irritable, según la Clínica de Cleveland.
3. Refrescos
Los refrescos, así como cualquier otro tipo de bebidas carbonatadas, pueden producir un efecto similar a la efervescencia en el tracto gastrointestinal y causar inflamación, dolor abdominal y gases, señala la Johns Hopkins Medicine.
4. Té
En general, las bebidas con cafeína pueden aumentar la diarrea, un síntoma importante del síndrome de intestino irritable, una enfermedad que se presenta a cualquier edad, sobre todo en la adolescencia o a principios de la vida adulta, de acuerdo con la fuente citada anteriormente.
5. Brócoli
Las verduras crucíferas, como el brócoli y la coliflor, causan gases y hábitos intestinales anormales, por lo que su consumo no es recomendable en personas con esta condición, indica la Clínica de Cleveland.
6. Frutos secos
Además de las manzanas y las peras, los frutos secos tienen un alto contenido de azúcar natural, que cuando se ingiere puede desencadenar algunos de los mismos efectos secundarios (inflamación y gases) que la lactosa, señala Johns Hopkins Medicine.
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