Para el actor Gael García Bernal es muy importante entablar un diálogo con los estudiantes de las universidades públicas porque, a su parecer, los alumnos inscritos ahí son menos reaccionarios que los de las privadas, tal vez porque el carácter económico es sustancial en ellos.
Así lo hizo el actor el lunes, cuando se reunió con estudiantes de la UNAM en el Auditorio “Ricardo Flores Magón”, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
“Las universidades públicas son una especie de Alameda donde las personas se encuentran y conversan de cosas relevantes; para nosotros es un gran regalo poner sobre la mesa temas tan relevantes como el que aborda la película No”, dijo el actor.
El tema de la tertulia fue precisamente comentar la película “No”, protagonizada por Gael y de la que se proyectaron fragmentos. El largometraje trata sobre los publicistas que fraguaron la campaña del plebiscito que acabó con la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, en 1988.
En la plática se reunieron el cineasta Pablo Larraín, Gael García Bernal, actor y director, Marta Lamas, antropóloga feminista, Benjamín Arditi, especialista en Teoría Política y la socióloga Márgara Millán.
Gael García señaló que existen muchas similitudes entre México y Chile, tanto en la extrema desigualdad social como en la represión, aunque en nuestro país es un poco más velada. De la misma forma recordó que también en 1988 en México le robaron la presidencia a un candidato de la izquierda y por eso aún la democracia en México todavía es incierta.
Marta Lamas hizo notar cómo veían sus conocidos de Chile a los policías de su país y cómo se sorprendían esos refugiados chilenos en el México de los 70 al notar cómo nosotros vemos a la policía. “Es que en Chile sí confían en que la policía los va ayudar y en México a los últimos que llaman es a los policíos porque no confiamos en ella”, señaló Lamas.
Gael García habló de la figura del cohecho en nuestro país. “A la policía mexicana, aunque representa la autoridad, no sabemos respetarla por viejos atavismos. Allá en Chile al policía no le puedes dar una mordida porque además de que no te la va aceptar, te va a golpear y te encerrará con toda razón, cometiste una falta a la autoridad”, reconoce.
El actor sabe que con esta filmación desató debates en los que comprendió mejor muchas cosas, entre ellas, qué es la democracia en cada país. El filme fue seleccionado para representar a Chile en los Premios Oscar como Mejor Película Extranjera.
Finalmente si no hubo un acuerdo entre los asistentes, sí hablaron de que los países de Latinoamérica comparten mucho más que un mismo continente.
“La carencia de recursos y subdesarrollo están presentes en la mayoría pero más o menos están a la par en Chile y en México, las dos son de las naciones que están en peores condiciones de vida”, expresó Gael.
Agregó: “Espero que No trascienda, que siga avanzando y que esta discusión no muera. Yo creo que espacios como esta universidad son el escenario natural e idóneo para analizar películas como ésta”.
Defraudado por la política nacional
Sólo tenía 10 años Gael García cuando en su interior nació un ser revolucionario tras las elecciones de México en 1988, donde por primera vez la izquierda tenía posibilidades de tomar la presidencia.
“Mi primer gran encabronada fue atestiguar el fraude que se cometió en el 88, digamos que de ahí nace un ser político, una conciencia política y una sensación de entraña donde yo veía que nos la estaban haciendo directamente”, contó el actor a quien le tocó vivir aquella época donde la televisión era vista como ese templo misterioso donde sucedía todo.
“Lo que no veías a las 11 de la noche, no lo volvías a ver nunca y te perdías de lo que estaba sucediendo en el planeta. Yo no veo tele ahora, pero entonces era el principal medio de información para todos”, recordó.
Bernal explicó su experiencia autobiográfica, reflejada en su nueva película “No” que presentó ayer a estudiantes de la universidad Iberoamericana como parte de una gira que inició en la UNAM y que terminará el jueves en el ITAM, previo a su estreno el viernes en las salas de cine.
Las deudas del No
En la película se aborda el plebiscito ocurrido en Chile en 1988, en donde el director Pablo Larraín destacó el papel de la publicidad que acompañó a la campaña del “No”.
El protagonista habló del paralelismo entre las recientes elecciones en México y el contexto social que vivía el país sudamericano en el que la gente se resistía a participar por la decepción de un fraude previó, el miedo que enfrentaban los jovenes de quedar en algún registro y la problemática de tener que “inventarse un candidato” de oposición: la alegría, un candidato que en México sí existía.
“El hartazgo es una cosa mundial, estamos en ese momento incisivo y por eso me encanta la película, hay deudas con el ‘No’ porque el no prometió una alegría que no llegó”.
El actor considera al último movimiento estudiantil en Chile como fruto de esa deuda pero también del triunfo al tener la libertad de poderse expresar sin miedo.
“Toda derrota implica una victoria y viceversa. En esa dialéctica en México, con el fraude que se cometió contra el movimiento opositor a Carlos Salinas, nació la victoria de una población activa de gente conciente que hirió de muerte al PRI”, dijo y añadió: “Lo del 132 es una especie de crítica ante las deudas de esa victoria del 88 porque justamente quien anunció que ‘se cayó el sistema’ en aquel año es ahora un senador de izquierda”, señaló García Bernal y sugirió una reflexión: “¿Qué hubiera pasado si en esta elección se hubiera hecho un plebiscito de ‘sí’ o ‘no’ a Enrique Peña Nieto? Es distinto un ‘sí’ o un ‘no’, a tener otros candidatos”.
Gael prefiere quedarse con la sensación de que la democracia se construye día a día con diálogo y no en las elecciones y criticó que en el primer debate electoral en Estados Unidos se haya hablado únicamente de la distracción de Obama y lo “enchufado” que estaba Romney.
“No se habló de política, importó un carajo, no se habló de México, no se habló de nada porque el objetivo es ganar la elección”, señaló.
