Hamburguesas y hot dogs de soya, tofu, ensaladas y estofado, entre otras delicias, pueden saborearse en este restaurante, en donde la comida es 100% libre de carne, y la mayoría de los preparados son a base de cereales y sin proteína animal.
“Todo arrancó por Facebook, hacíamos solo pedidos con entregas a domicilio en la zona de Juriquilla, pero rápidamente la gente nos pidió estar en algún lugar físicamente para poder ir a comer”, comentó Alejandra Farías, fundadora de este concepto.
Para complacer a sus comensales y superando las expectativas, “Coco Amor” llegó a la calle cinco de mayo #77, en el Centro Histórico de la Ciudad, con una ambientación llena de mantras, aromas de relajación, plantas y motivos que remontan a momentos de felicidad y paz.
“Esto era prácticamente una bodega abandonada, yo pinté las mesas, la pared y mandé a hacer muchas de las cosas que están aquí. Estoy orgullosa porque todo es con ideas mías, reflejo mucho de mí aquí”, detalló la fundadora.
“Coco Amor” abrió sus puertas hace un par de meses, sin embargo, la idea comenzó hace un año y medio cuando, por cuestiones personales, Alejandra Farías tuvo que migrar a Querétaro; toda su vida se había dedicado al área de desarrollo, sustentabilidad y responsabilidad social en el sector privado, y buscó continuar en el mismo ramo, pero enfocado en la gastronomía.
Hace cuatro años, Alejandra exploró en esta tendencia alimenticia, ya que por razones de salud tuvo la necesidad de desintoxicarse y pronto se dio cuenta de los beneficios que obtendría al cambiar su estilo de vida, por lo que se preparó y tomó un diplomado, así como una serie de cursos enfocados al tema.
“La piel me cambió, mi sistema digestivo es otro. En lo personal, noté atribuciones impresionantes, así que para mi uso diario comencé a hacer combinaciones con los nutrientes necesarios, porque existe ese mito de que no estamos bien nutridos”, detalló Farías.
“Coco Amor” no sólo está comprometido con la salud, sino también con el medio ambiente, ya que como parte de las iniciativas internas del restuarante, se preocupa y ha eliminado el uso del plástico y el unicel, por lo que solamente utiliza recipientes biodegradables para enaltecer el lema: “come sano, vive verde”.
Por ello los elementos que se emplean en el restaurante son aptos para composta, no contienen sustancias tóxicas, son elaborados a base de plantas y son reutilizables. Por otra parte, en la cocina sólo utilizan sal de grano, aceite de oliva o coco, así como sazonadores libres de glutamato monosódico y evitan el uso de microondas.