1994 es recordado en México como el año en todo pasó. Y en la obra escrita por Alonso Barrera, Salón Danzombie, también ocurre de todo, hasta un ataque “Z”, zeta de Zombies.
Todo se comenzó a manifestar en las primeras horas de 1994.
Es año nuevo y La Delegada con El Diputado bajaron del penthouse donde se encontraban para comprar unos refrescos. El Junior y La Chava Buena salieron a divertirse y El Pinche Chaparro con El Buen Pastor atienden a la clientela hambrienta.
Los cinco desconocidos, cuyos nombres son confidenciales (por eso tales apelativos) son testigos de la muerte de El Diputado, quien minutos después vuelve incomprensiblemente a la vida, pero ahora como un muerto viviente, un zombie, mejor dicho un Dipuzombie.
Huyendo con todo y el carrito de tacos, los cinco desconocidos se refugian en el antiguo Salón Danzón.
Ahí los desconocidos se conocerán, tendrán que convivir y aunque las relaciones humanas nunca han sido fáciles, es más difícil entender la realidad.
El año 1994 está marcado en la historia de México con tinta roja, crisis económica, asesinatos, dudosas elecciones, movimientos armados, todo pasó ese año y “capaz que este 1994, es el año de los muertos vivientes, porque así está ´escribido´, “cuando ya no entren en el infierno los muertos caminarán por encima de la tierra”, ha dicho El Buen Pastor.
El guía de toda esta aventura zombie, el narrador, el que ya lo sabe todo pero que no suelta nada hasta el mero momento, es Sir Lion Alexander walls, interpretado por el actor y periodista Manuel Naredo Naredo.
Salón Danzombie, sátira política y social del México de ayer que es tan parecido a México que rige el presente, inició temporada de funciones en El Foro de La Fábrica con la dirección de Alonso Barrera y la actuación Cristóbal Ramírez (El Buen Pastor), Romina Reynoso (La Chava Buena); Olivia Lara (La Delegada); Bony Barrera (El Pinche Chaparro); y Rodrigo Alatorre (Junior).