¿Qué culpa tiene el niño?, de Gustavo Loza y Karla Souza, ya es la tercera película más taquillera.
A esta comedia de enredos le hacen falta menos de 100 mil espectadores para superar El crimen del padre Amaro, de Carlos Carrera y con Gael García Bernal, y esta semana llegará a esa meta.
El pronóstico de Mónica Lozano, productora de esta comedia de situaciones, es que la película cerrará la semana con poco más de 5,3 millones de asistentes, por lo menos.
“Ya ahorita, en términos de taquilla somos el tercer lugar histórico de una taquilla para el cine mexicano”, reiteró la productora.
La historia de un embarazo no deseado y padres inmaduros, va por su cuarta semana en cines y se encuentra en el cuarto lugar de recaudación, por debajo de X-Men: Apocalipsis (6 millones de espectadores) y por arriba de Buenos vecinos 2 (1 millón), y muy por encima de Angry Birds (2,7 millones).
Al día de hoy, este símil de El inocente, con Silvia Pinal, se encuentra en 600 cines en todo el país, es decir, en casi todos los complejos de exhibición.
Con estos números, se ubica a la diestra de Nosotros los nobles de Gaz Alazraki (7 millones de espectadores) y muy lejos de No se aceptan devoluciones (15 millones), también producida por Mónica Lozano.
¿Qué culpa tiene el niño?, cerró el pasado fin de semana con 4 mil 807, 196 espectadores y 226,441 787 millos de pesos, según la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine).
Se estrenó el 13 de mayo, en mil 700 cines, y tuvo un rendimiento promedio de 600 espectadores por copia.
La fórmula del éxito en el cine mexicano es que no hay éxito, dijo Mónica Lozano.
“Tú puedes saber qué factores pueden disminuir el riesgo o puedes saber qué es lo que está favoreciendo el público, pero de ninguna manera decir que, si haces esto o lo otro, tienes garantizado el éxito”, aclaró.
Mónica Lozano tiene el antecedente de haber producido la película mexicana más exitosa de todos los tiempos: No se aceptan devoluciones, “y es muy difícil pensar a priori que es algo que podemos volver a lograr, pero de que lo vamos a buscarlo, por su puesto”, afirmó.
Con todos y los números que la favorecen en taquilla, Mónica Lozano apoya las palabras del cineasta Paul Leduc, en la pasada ceremonia del Premio Ariel, donde declaró que el cine mexicano era un negocio para otros, “pero no es un negocio para los cineastas mexicanos” y que las película nacionales son prácticamente “invisibles”.
El 98% del cine mexicano no tiene las condiciones para llegar al público mexicano, afirmó Lozano, miembro activo de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas.
“Lo que pasa es que lamentablemente no todas las películas mexicanas tienen un circuito, una inversión, y unas condiciones que permiten que el público mexicano se vinculen a ella; esta película tuvo esas condiciones y de ahí que tuvo el favor del público, y en si misma se comunica con su público, que son mayormente jóvenes, que son los que van al cine”, concluyó la directora.