A toda velocidad llega el camión de “Konus Pizza” para saciar el antojo del más exigente, ya que gracias al ingenio y autenticidad de los creadores, probar esta delicia crea una gran expectativa desde el momento en el que ordenas con tus ingredientes favoritos.
Hace un par de años, Alberto Oceguera —cansado de ser un empleado corporativo—, buscó la manera de emprender su propio negocio; uno que reflejara su gusto por la cocina y el resultado fue la increíble propuesta de “Konus Pizza”.
En colaboración con su esposa Mónica Nishizaki, pensaron en abrir un restaurante de pizzas, pero no se trata de cualquier lugar, ya que innovaron creando conos, como si estuvieras disfrutando de un helado, pero con la delicia de salsa de tomate y un sinfín de ingredientes horneados.
Desde muy joven Alberto desarrolló el gusto por cocinar, y durante un tiempo trabajó en un restaurante italiano dentro del aeropuerto de la Ciudad de México, en el que aprendió a preparar dicho platillo; desde la masa y la salsa, cuidando siempre la cocción perfecta. Este talento lo utilizaba solo como hobbie en sus días libres, ya que no se imaginaba que en un futuro sería su forma de vida.
A mediados de 2015 la pareja buscó abrir el restaurante dentro de la ciudad, pero en el camino se encontraron con algunas complicaciones, sin embargo, sus amigos los impulsaron a no bajar la guardia, por lo que les hicieron la propuesta de un food truck y fue así como en septiembre de ese mismo año se arriesgaron a comprar y habilitar un camión con todo lo necesario.
“Todo esto fue un gran esfuerzo para ambos. Creo que lo más difícil fue conseguir una máquina que nos ayudara a crear en serie los conos”, comentó Alberto.
Tras muchas pruebas lograron crear el producto perfecto, masa de 5mm con la elasticidad indicada para que no se quiebre pero también con una consistencia crujiente y sabor equilibrado para ser rellenada con ingredientes, tanto salados como dulces.
Su primer evento fue una función al aire libre en el Centro de Congresos, en donde el equipo de “Konus Pizza” se llevó una gran sorpresa, pues no esperaban tanta respuesta de los comensales.
“Fue un caos total, no sabíamos nada al respecto de la venta en food truck. Nunca en la vida había vendido para tanta gente, terminamos muy cansados pero felices porque estuvo divertido y aprendimos bastante”, dijo el creador de este delicioso invento.
El inicio del primer año fue difícil para ellos, pues solían tener un evento por mes y pocas ventas en su locación. Hoy, a 18 meses de su fundación, suelen acudir a más de 10 festejos, tanto privados como festivales públicos.