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Me encantaría tener un velero y darle la vuelta al mundo”, exclama feliz, del otro lado del auricular, Toya Montoya, modelo y presentadora colombiana.
Lo dice en medio de la noticia de la nueva temporada de Amazing Race, reality de aventuras del cual será la host y que inicia transmisiones el 16 de septiembre por el canal de paga Space.
Ella misma formó parte de una de las ediciones latinoamericanas del programa (que en EU va en su año 22), de la mano de su novio.
“El día que me salí, me comentaron que cuando quisiera regresara y yo dije en broma que al menos a recoger cables; de verdad me moría de ganas de trabajar en esta producción y ahora ya se pudo”, dijo. Cuando le avisaron que era la nueva host, se encontraba a mitad de una sesión de fotos y casi grita.
“Pensé que me estaban tomando el pelo, no lo creía, ahora estoy en el proceso, aún, de digerirlo”, destaca esta mujer de 28 años.
The Amazing Race Latinoamérica 2013, llevará a once parejas en competencia (dos de Argentina, Colombia, México y Venezuela, y una de Brasil, Costa Rica y Uruguay) por siete parajes del continente, en una carrera que pone a prueba tanto la tenacidad como el trabajo en equipo.
Toya, quien inicio su carrera en el modelaje cuando tenía 14 años, estuvo en 2011 participando. “Ahora tengo una doble responsabilidad, porque es la primetra vez que una mujer presenta un reality tan importante como este, quiero demostrar que se puede llegar a ser guerrera y poder entrar a los televidentes”, comenta la entrevistada.
Enamorada de la realidad
Precavida, no dice donde tiene las cicatrices en el cuerpo ganadas son su participación hace ya un par de años. Ríe a través de la línea telefónica y habla de corrido.
“Me he quedado con una maravillosa experiencia y con cicatrices de guerra porque me pegué durísimo por todos lados”, refirió.
“Siempre he creído que soy una enamorada de los realitys, sacan a la gente de la monotonía de la vida y son experiencias únicas que puedes vivir con amigos, digo, si te decides ir a vivir dos meses a una isla a pasar hambre, más que lo negativo, lo veo como una oportunidad de ahora ser la host del programa”, considera.
Asegura que aprendió a ser más tolerante gracias a las aventuras que tuvo durante su pasada experiencia.
“Es una carerra que te pone en situaciones extremas, en la vida no estás acostumbrada a eso, no sabes cómo vas a reaccionar, o tu pareja, y a veces ésta no tiene la misma capacidad o resistencia que tú y eso debe entenderse en la vida”, subraya.
Es por esta razón que le gustaría tener un velero y darle la vuelta al mundo en él. Y por qué no, un programa con temática de viajes, para aplicar lo aprendido, comentó.
