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El documentalista Alex Gibney, en su trabajo como director, en 2008 fue ganador del Oscar por llevar a la luz pública los casos de torturas en cárceles de Guantánamo, Irak y Afganistán, en Taxi to the dark side, así como un fraude realizado por la empresa de gas Enron en Estados Unidos.
Alex Gibney ahora logró cimbrar a las más altas jerarquías eclesiásticas con Mea Maxima Culpa: Silence in the House of God, que acaba de estrenarse, el director puso su dedo en una dolorosa llaga buscando con su documental impedir que se sigan permitiendo abusos sexuales a menores y evitar que sigan impunes los sacerdotes con tendencia a la paidofilia.
“Los casos que presento son muy específicos, son denuncias en contra del sacerdote Murphy por los abusos sexuales ocurridos en los años sesenta, en un internado católico para niños sordomudos”, expresó Alex Gibney en entrevista.
Alex Gibney determina que él no hizo un documental anticatólico, lo hizo sólo buscando justicia.
“El padre Murphy abusaba sexualmente de estos especiales niños aprovechando sus dificultades para comunicarse”, dijo molesto Alex Gibney, al contarlo.
“Ratzinger, el papa Benedicto XVI, renunció a su cargo muy oportunamente; siete días antes de que el documental saliera al aire por HBO”, explicó.