El arquitecto Fernando López Carmona, quien en 2015 fuera acreedor al Premio Nacional de Ciencias y Artes, falleció el pasado sábado en Querétaro a los 97 años.

El egresado de la Escuela Nacional de Arquitectura, nació el 27 de septiembre de 1921 en la Ciudad de México y radicó en Querétaro desde 1998, donde continuó su labor como académico, investigador y asesor estructural.

Contribuyó al diseño y construcción de las iglesias: El Altillo (1954–1958), la de San Vicente de Paul (1958), así como el salón de remates de la antigua Bolsa de Valores (1955) de la Ciudad de México. Así mismo, destaca su participación en las innovaciones para la iglesia de La Purísima en Monterrey (1946), así como en la edificación de la iglesia de San Antonio de las Huertas (1956).

Participó en la restauración de monumentos históricos del país y colaboró en la reestructuración de diversos templos y edificios. Estuvo a cargo de la supervisión del hundimiento de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y de su restauración realizando el análisis estático del comportamiento estructural de la edificación.

Perfeccionó los cascarones de concreto de superficie reglada en su propia producción arquitectónica. Entre sus intentos por afinar esta técnica, ensayó construir los cascarones con cimbra metálica y con el mínimo de madera, en la casa de Julio Rodolfo Moctezuma (1957). Más tarde en la edificación de la iglesia de Santa Mónica (1965) imprimió plásticamente su aportación para suprimir las trabes de borde de las cubiertas.

Experimentó con el uso de los elementos presforzados y producto de ello fue la gasolinera proyectada en la esquina de Sagrado y Revolución (actualmente modificada). Después construyó la alberca del Colegio Simón Bolívar (1975), en Mixcoac. En este mismo período, también edificó el templo La Asunción de María para la Unidad Habitacional Alianza Popular Revolucionaria (1979-1980), ensayando una cubierta mediante el uso de pequeñas piezas prefabricadas.

El 6 de diciembre de 1994 el H. Consejo Universitario aprobó por unanimidad, la propuesta de nombrar profesor emérito a Fernando López Carmona, por haber sido un profesor distinguido de la Facultad de Arquitectura.

El 3 de julio de 2009, la Academia Nacional de Arquitectura de la Sociedad de Arquitectos Mexicanos A.C. rindió un homenaje a López Carmona, en la ciudad de Santiago, Querétaro, por su desempeño y experiencia profesional. De igual manera, el Instituto Nacional de Bellas Artes le hizo entrega de la Medalla Bellas Artes el 31 de octubre de 2015 por su destacada trayectoria y trascendencia en la restauración de la Catedral de la Ciudad de México y otros monumentos de gran valor histórico.

bft

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