Liza Echeverría quiere una segunda temporada de Hermosa Esperanza en donde se aborden temas actuales y aún controversiales para muchas familias mexicanas como los matrimonios entre personas del mismo sexo.
“Hay temas fuertes que vale la pena tocar de una forma profesional, por ejemplo una madre soltera o padre soltero; ver de pronto lo que representa para los solteros un día en su vida; ver cómo es teniendo una situación de dos papás o dos mamás”.
La conductora del programa que terminó el sábado pasado señaló que no sólo son estos temas los que hace falta mostrar en pantalla, pues dentro de las mismas parejas heterosexuales hay un sinfín de situaciones importantes como las que se vivieron durante esta primera temporada y que no estaban para nada planeadas.
“No sabíamos que teníamos una pareja atravesando por un divorcio, en este caso Elizabeth y Ricardo, y ver cómo afecta en lo emocional es importante. Otra de las parejas decidió durante la transmisión que se van a separar”.
Estas decisiones cruciales en la vida de las familias tuvieron que ver en gran parte, dice la conductora, con el empoderamiento que las mujeres adquirieron durante el reality, lo cuál ve de forma positiva pues tiene efecto también en los integrantes pequeños.
“Las familias se sienten mucho más saludables pero también ocurrió algo que no estaba planeado: los chicos que tenían problemas de actitud en el colegio comenzaron a pedir a sus padres tiempo de calidad, todo eso que hizo que el programa fuera redondito”.
En el aspecto personal, el convivir con las cinco familias la llevó a valorar aún más su propia situación como madre, profesionista y mujer.
“Soy una mujer divorciada, con una hija, tengo custodia compartida con mi ex esposo y soy 100% responsable de la economía de mi hogar, tengo la preocupación de que este ingreso siga entrando y desde que estaba embarazada dije que nadie se iba a encargar de mi hija más que yo, por lo que siempre le hice las papillas yo, todo yo, esa fue una decisión muy particular”.
Liza invitó a las mujeres que como ella, llevan las riendas de un hogar, a no descuidarse a sí mismas por cuidar todo el tiempo a su familia.
“Que se cuiden ellas, piensen en ellas y de esa manera estarán enteras”.