Ana Claudia Talancón filmaba una película en Coatepec, cuando tuvo una experiencia paranormal: algo entró a su habitación, se paró junto a la pared y, al prender la luz, no había nada.
Volvió a apagar las lámparas y fue entonces que sintió cómo algo le tocaba el hombro en varias ocasiones. “Dije: igual es un alucine mío, pero no era así y moría de miedo; al día siguiente le pregunté a meseros y me dijeron que el hotel era una hacienda donde colgaban mucha gente en la Revolución ¡y muchos visitantes decían seguido que les movían la cama o sentían jalones o escuchaban gritos!”, narra la actriz.
“Fui a comprar veladoras y no sé que más, para que no volviera a pasar”, recuerda un tanto divertida.
Su declaración se da durante la promoción del filme Paraíso perdido, que estrena este fin de semana, compartiendo historia con el español Iván Sánchez (La tempestad) y Andrés Almeida (Los Héroes del Norte).
Con la dirección de Humberto Hinojosa (I hate love), trata la historia de tres amigos quienes durante un viaje en velero descubren una isla desierta en el Caribe y deciden explorarla. Su llegada se convierte en una lucha por la supervivencia. “Diría que es suspenso”, señala el realizador.
¿En qué momento de la vida has sentido más miedo?
Ana Claudia Talancón (ACT): Ahora que llevé a mis hermanitos a un parque de diversiones con montañas rusas y cuando estaba hasta arriba, en algo que es como un elevador que te deja caer, ¡sentí que me moría, sentí pavor, de plano tuve que cerrar los ojos!
Iván Sánchez (IS): Si acaso en una situación de la vida dije, ay mi madre, qué hice, de esos momentos en que te hace falta el aire y se va a los pies (risas). Pero a esta altura de mi carrera y vida, mi máximo miedo es meterme a un proyecto que sabes no debías haber hecho.
¿Cuál ha sido tu pesadilla más aterradora?
ACT: Me ha pasado que cuando estaba haciendo teatro (Todo sobre mi madre, 2010), soñaba en que me equivocaba y reaccionaba, me quedaba en blanco y eso es horrible. En la realidad eso me da tanto miedo que ensayo mucho, me aprendo bien las cosas.
IS: Nunca me acuerdo de mis sueños, pero sí recuerdo uno de pequeño, tendría siete u ocho años y soñé que estaba en un teatro lleno de fantasmas y estaba aterrado, y salí disparado a cama de mis padres (risas).
¿Tu película favorita de terror?
ACT: Me gusta El exorcista, pero no soy fan de pelis así, me dan miedo.
IS: Igual que ella, desde pequeño supe que eso no era para mí. Si llegué a ver Pesadilla en la calle del infierno y es la única que he podido ver.
¿Qué diría tu epitafio?
ACT: Comió, amó y vivió plenamente.
IS: No sé. No me lo planteo y no por miedito, sino porque vivo al día.
