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STOCKUno de cada tres personas en la actualidad poseen un nivel alto de colesterol en la sangre. El colesterol se divide en dos tipos: las lipoproteínas de baja y muy baja densidad, las cuales aumentan el riego de padecer arteriosclerosis (bloqueo arterial), y ataques al corazón; y las lipoproteínas de alta densidad, que son aquellas grasas que benefician a al organismo e incluso combaten a sus hermanas malvadas de baja densidad. Así que todos hemos escuchado del colesterol bueno y malo, por lo que mantener un régimen alimenticio bajo en grasas saturadas reducirá el riesgo cardiovascular y los niveles de colesterol en la sangre, entre 10 a 15 por ciento.
La dieta mediterránea
Una de las dietas más alabadas que ha demostrado resultados positivos, es la dieta mediterránea. El mejor ejemplo de ello es la paradoja francesa: a pesar de que la gastronomía gala es rica en grasas, curiosamente esta población padece un bajo índice de infartos y obesidad, debido a que la grasa consumida es de la “buena”. Esta dieta consiste en un alto consumo de vegetales y frutas, vino, cereales de grano entero, nueces, aceite de oliva, menos carnes rojas y grasas saturadas, y mayor ingesta de pescados ricos en omega 3.