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Fuera del clóset, y ¡directo a la fiesta!

A pocos metros de Jardín Zenea, se enarbola la bandera de colores LGBT en Maximiliano Cantina Gay

El Max tiene todo para pasar una noche sin precedentes. FOTO: DÉMIAN CHÁVEZ
09/06/2018 |05:35
Redacción Querétaro
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A pocos metros de Jardín Zenea, se enarbola la bandera de colores LGBT en Maximiliano Cantina Gay, un lugar donde cada noche se reúne una gran diversidad de personas, motivadas por el deseo de tomarse un par de copas en un ambiente libre de prejuicios.

Al ingresar, se despliega la singular decoración en la que se hace una sátira a la implacable moral victoriana con litografías de reconocidas obras del siglo XIX y representaciones solemnes y eróticas de Maximiliano de Habsburgo, en torno a quien gira el concepto.

“Queríamos que la decoración tuviera que ver con la historia de México y Querétaro,  así que decidimos dirigir todo hacia un personaje masculino: Maximiliano. Varios documentos históricos ponen en duda su heterosexualidad, como en los que se relata su llegada de las Antillas a Veracruz, donde luego de comprar unos esclavos, se da un encerrón con ellos durante una semana. Además, su relación con Carlota se presume sospechosa, aunque en la nobleza de aquellos años las expresiones homosexuales no eran escandalosas”, compartieron los creadores del espacio.

Entre paredes rojas sobre las que también han sido dispuestas algunas cabezas de animales disecados, amplios espejos, cortinas de terciopelo y fotografías que visibilizan el desnudo erótico masculino, convive un público integrado en su mayoría por hombres.

“En diciembre de 2009 comenzamos con este negocio, bajo la idea de promover un espacio digno para la comunidad LGBT+. Aunque nos enfocamos más a los gays, estamos abiertos a toda la diversidad sexual y somos heterofriendly”, expresaron los socios.

De acuerdo con los promotores, para la apertura de un lugar digno en el que la gente pueda ser quien es en la ciudad, se tuvo que cimentar una escena pública gay a través de la presencia de otros sitios underground como La Iguana, Villa Jardín y OZ, que se desarrollaron junto con los movimientos sociales en pro de los derechos sexuales y reproductivos.

Actualmente, El Max, como es conocido, se suma a otros espacios que buscan desmitificar las ideas que rondan sobre las prácticas de estos sitios, así como hacer frente a la discriminación y la estigmatización.

“La comunidad gay toma un papel muy importante a nivel nacional e internacional en el tema de la prevención del VIH, por ser hasta hace poco tiempo, el sector más afectado. A partir de los años 60 se gestó un movimiento internacional con una destacada presencia de feministas y artistas que abogaban por la liberación sexual. Aunque en Querétaro también se vivió esta oleada, es hasta los asños 90 cuando se genera una revolución. Desde entonces, junto con otras agrupaciones, buscamos introducir información acerca de cómo nos podemos cuidar”, manifestaron.

Actualmente, en el bar se promueve una campaña permanente de prevención del VIH y de otras infecciones de transmisión sexual, a través de la distribución gratuita de preservativos, los cuales se pueden tomar de la barra libremente y sin límite.

También han impulsado proyectos sociales como Panchimiliano, un muñeco sexuado hecho por mujeres Hñähñu que representa a “Los vaqueros gays”. Con su venta buscan incentivar la economía de las artesanas, y acercar información sobre las sexualidades e identidades de género a la población.

La hora del deschongue.

A partir de las 20:00 horas, los primeros asistentes comienzan a ingresar a las instalaciones, donde son recibidos por su majestuosidad que recuerda a los grande salones palaciegos de la monarquía europea.

Por encima de las cabezas brillan diferentes pantallas con videos que acompañan la música atemporal, que salta indistintamente por diferentes épocas y estilos. “La Lambada”, “In the Navy” y “Celebration” son las primeras en sonar y motivar a los presentes a ocupar un lugar en la pista.

Desde las diferentes mesas, las personas se intercambian miradas, ríen y platican entre sí, mientras degustan una extensa variedad de cervezas comerciales y micheladas, que se sirven con hamburguesas y burritos norteños.

Más tarde, un telón se abre sobre un pequeño escenario ubicado en las alturas del recinto, donde los artistas de la noche protagonizan diferentes sketches cómicos,  que hacen crítica social sobre la comunidad, entre otros temas.

“Paris Elegance perrea a la comunidad de manera directa, sarcástica y a veces vulgar”, comentan entre risas los dueños del espacio, quienes aseguran que la cartelera se ha engalando con la presencia de grandes exponentes del drag queen como Las Cabarepedas y Lual Kim, además de standuperos como Hugo Blanquet, y otros artistas travestis y transgénero que suelen apropiarse de un personaje para realizar alguna parodia.

“Una vez se hizo una parodia de Yuri porque en alguna entrevista criticó severamente a los gays, diciendo que no apoya al matrimonio ni la adopción entre personas del mismo sexo, cuando gran parte de su público pertenece a esta comunidad. Desde entonces ya no ponemos canciones de ella en señal de protesta”, aseveraron.

En el marco del Día del Orgullo, El Max ha preparado una noche especial dedicada a la comunidad LGBT+, para el 23 de junio, donde drags, trans y bailarines se unirán con shows y algunos performance alusivos, en un ambiente festivo, a partir de las 20:00 horas.