Nueva York.— Podía ser una hamburguesa malhecha. Pero también un blues triste (el pleonasmo es necesario en su caso) de los años 70. Casi cualquier cosa ponía a Anthony Bourdain en el límite de sus ganas de vivir.
Ayer, el chef más mediático del mundo cruzó esa delgada línea: víctima de la depresión que sufrió gran parte de su vida, se ahorcó. Así de simple. O complicado, según explicó el propio Bourdain en una entrevista realizada en 2016 como parte de su programa Parts unknown, de la cadena CNN.
“De pronto estoy en un aeropuerto y pido una hamburguesa pero no está buena. Y entonces caigo en una espiral de depresión que me dura varios días. Me siento aislado, solo, incapaz de comunicarme”
El astro fue hallado muerto ayer en su cuarto de hotel en Francia. Trabajaba en un episodio de su programa sobre tradiciones culinarias alrededor del mundo, el cual lo llevó a compartir la mesa con Barack Obama. La cadena dijo que fue encontrado por su amigo y colega Eric Ripert. Obama se dio tiempo para escribir en Twitter: ”Él nos enseño sobre comida, pero más importante, sobre su habilidad de reunir gente. Te extrañaremos”.
Bourdain tenía 61 años y en su cuenta de Twitter el último mensaje dio cuenta de su personalidad: posteó la canción “Rising song blues”, junto al mensaje: “Este tema quedará conmigo siempre”.
Pero Anthony Bourdain fue más que un autor y un chef celebridad. Fue un defensor de los inmigrantes latinoamericanos, cuya mano de obra consideraba esencial para la industria culinaria estadounidense. “La verdad es que la industria entera de los restaurantes colapsaría si no fuera por la fuerza laboral mexicana”, dijo Bourdain en 2015.
Su deceso se produce más de tres años después de la de su sucesor, el mexicano Carlos Llaguno. El chef originario de Puebla puso sobre la mesa la falta de reconocimiento hacia migrantes que trabajan los restaurantes de EU. Esos trabajadores encontraron un abanderado en Bourdain.
“Es todo una gran mentira, una hipocresía”, dijo Bourdain, tras la muerte de su amigo. “Si eres un joven blanco de los suburbios que estudias en un instituto culinario y entras a un restaurante, la persona que te lo enseñará todo no será el chef sino el cocinero mexicano”.
Los chefs mexicanos de Nueva York se levantaron el viernes sorprendidos por la noticia de su muerte. Julián Medina, dueño de ocho restaurantes mexicanos, dijo que conoció un poco al astro.
“Todos los cocineros nos sentimos muy identificados con él”, dijo. “Era muy importante la comunidad latina porque en las cocinas de Nueva York hay muchos latinos”.
Realidad. Las muertes de Anthony Bourdain y la diseñadora de modas Kate Spade destacan un patrón preocupante: el aumento de suicidios entre estadounidenses de mediana edad.
Expertos dicen que conocer las señales de alerta entre familiares, amigos y compañeros puede ayudar a que una crisis no termine en tragedia. Algunas de estas señales son cuando las personas hablan sobre sentirse atrapadas.
Un informe, esta semana, halló un aumento en la incidencia de suicidios desde 1999. El índice que más aumentó fue el de adultos entre 45 y 64 años. Bourdain tenía 61 y Spade, 55. AP y redacción