Sin la necesidad de viajar tanto, en este establecimiento disfrutarás el sabor de los tradicionales platillos de la región noroeste, preparados por verdaderos duranguenses; discada, pozole y carne deshebrada de res en chile verde o rojo, son algunos de los guisos que encontrarás en el menú.
Todo comenzó hace un año cuando Rogelio Nevares y su esposa Evelyn Martínez llegaron a Querétaro; un día decidieron salir a comer con el antojo de degustar burritos norteños, pero su misión fracasó, por lo que notaron que en la ciudad hacía falta un restaurante enfocado a ese estilo de antojitos.
“Queríamos comer algo que nos remontara a nuestras raíces, especialmente que tuviera los rellenos que nosotros conocemos. Inició como una idea al aire, hasta que se fue formalizando y se convirtió en esto”, comentó Rogelio.
Su proyecto se volvió ambicioso, ya que cada día aumentaban los deseos de tener su negocio propio. Después de una ardua labor para la elaboración del menú, los abogados de profesión y amantes de la cocina, decidieron abrir las puertas de “A mover el bigote” el 7 de octubre de este año, en la calle de Ignacio Pérez #21.
“Básicamente dejamos como estelares al pozole y los burritos, la carta es estándar. Sí hacemos hincapié en los antojitos provenientes de Durango, pero diversificamos un poco para atraer a todo tipo de clientela. Lo que sí es que los guisos son representativos totalmente de nuestra región”, explicó el fundador.
Las gorditas, quesadillas, sopes y tortillas, que son utilizadas en distintos preparados, son hechas a mano, dándole así un exquisito sabor tradicional.
En su mayoría los platillos se basan en cuatro guisos, entre los que destaca el asado de novia, que consiste en carne de cerdo en chile colorado. Otro de los platillos favoritos de los comensales es la discada, que es una mezcla de tocino, chorizo, carne de res o cerdo, pimiento, cebolla y en ocasiones, lleva piña.
“Una de las razones por la que nos aventuramos, fue porque vimos que Querétaro es un estado diversificado en la cultura gastronómica, hay muchos residentes de otros estados que ofrecen su comida típica y prácticamente hay restaurantes con recetas de casi todo México”, dijo Rogelio.
El platillo estelar es el pozole, un caldo hecho a base de granos de maíz que se prepara con distintos tipos de carne; todo dependiendo de la región, y como este es un establecimiento muy al estilo norteño, los chefs recomiendan degustarlo con carne de cerdo, aunque para aquellos que no lo acostumbran así, pueden pedirlo con pollo.