En la cinta Malaventura se captura la energía, malicia e ingenuidad de cuatro jóvenes que viven la fiesta continua y donde se cuenta de manera divertida cómo una broma les causa una situación inesperada, según palabras de su director Carlos Rincones.
La cinta, que llega a más de 300 salas este jueves le llevó al también guionista alrededor de nueve años, por lo que, en rueda de prensa, el realizador invitó al público a que en estos tiempos difíciles y con tantas películas extranjeras se apoye al cine mexicano.
Rincones en compañía del elenco principal integrado por los actores Miri Higareda, Santiago Michel, Ruy Senderos, Jerónimo Medina, Jesús Zavala y Paulina Washington, destacaron que esta película no pretende dar consejos de moral ni nada, sino sólo entretener al público en estos momentos en el que el país cruza una delicada situación.
Miri Higareda resaltó que la broma del “tapetazo” de la fiesta le ocurrió en carne propia con su padre.
“En mi casa algo así le ocurrió a mi papá, viajaba en bicicleta cuando desde un automóvil alguien le pegó con un tapete, eso solo es un tema, ya que aquí se tocan otros temas, entonces al final de cuentas tiene una moraleja para mí Malaventura”, contó.
También en varias partes de Malaventura hay con mucho humorismo fino y varias críticas a la sociedad, pero sin llegar a moralizar con esta historia, reiteraron los artistas. “Queremos que la gente acuda al cine y por un momento se olvide de sus problemas”.
A su vez, el actor Ruy Senderos expresó que “la cinta me llega, yo lo viví del otro lado, la fiesta y la irresponsabilidad y las bromas pesadas”.
En tanto, Jesus Zavala refirió que esta cinta se realizó de manera peculiar “No creo que sea una película para dar ejemplos a los jóvenes en el país, por esas fiestas han pasado todas las generaciones todos hemos sido jóvenes, este filme no es para dar mensaje sino para que la disfruten y se vayan de fiesta”, subrayó el actor.
Malaventura es la historia de Nicolás, Diego, Damián y El Semilla, un grupo de amigos adolescentes que van a la fiesta de despedida de Alejandra, la ex de Nicolás; la cual parte al día siguiente hacia el extranjero, pero camino a la fiesta deciden hacer la legendaria técnica de diversión urbana, “el tapetazo”, lo que desencadena una serie de eventos plagados de situaciones bizarras y cómicas, dentro de dos escenarios contrastantes: los separos de la cárcel y la fiesta de despedida de Alejandra.
