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Una carretilla llena de cráneos, conejos asustados ante la masacre y un costal de donde emergen aves, son los escenarios creados por José Miguel Loyola, joven queretano y especialista en Diseño Industrial, quien ha tomado el arte para develar las trágicas escenas del México actual, pero sin dejar de lado la esperanza de que todo cambiara.
Es en el Museo de la Ciudad donde se exhibe 2441 Sobre la violencia y la esperanza instalación de José Miguel Loyola. 2441 hace referencia al número de los municipios de la República Mexicana y la exposición reúne tres instalaciones: ¿A dónde?, Hartos de vacío y Semillas, representando el trinomio: Temor-Terror- Esperanza.
El proyecto, explicó a EL UNIVERSAL Querétaro el joven artista, “nace de la necesidad de responder lo que sucede en nuestro medio ambiente, que desgraciadamente viene mucho tiempo sucediendo, pero haciendo referencia a la frase de Teresa Margolles: ‘¿De qué otra cosa podríamos hablar?’ Nos vemos obligados a seguir hablando del tema de la violencia, pero agregando un punto que falta en la conversación, que es el tema de la esperanza”.
Las instalaciones. ¿A dónde? presenta la imagen de una comunidad de conejos asustados (comunidad de personas asustadas) que dan la espalda a un hecho violento, a la masacre de unos de sus iguales. Esta escena, explicó Loyola, “explora la parte del pánico colectivo que hemos desarrollado, todos nos sentimos en algún punto indefensos ante el crimen que vemos, ya sea de cerca o de lejos, en el estado vecino, pero sigue siendo nuestro territorio nacional”.
La violencia que se vive en el país, agregó, ha transformado las costumbres de las personas, algunas incluso prefieren resguardarse y no salir a la calle, no salir de vacaciones, por la inseguridad que sienten.
“De alguna forma u otra la violencia ha modificado nuestros hábitos y cuando vemos estas escenas de violencia cerca de nuestros entornos, a todos nos entra el miedo y lo que buscamos es escondernos, aquí lo que representa es tratar de ser empáticos con el ciudadano común, todos vemos ese tipo de violencia y el pánico al que nos hemos acostumbrado, desgraciadamente”, manifestó.
Hartos de vacío expone con crudeza un cúmulo de cráneos, mezcla entre víctimas y victimario, en una carretilla oxidada. Sobre este lúgubre escenario, el artista afirmó que el tema de la violencia es “terrible y nos ha rebasado a muchos y en muchos aspectos, si bien es muy triste el tema de la muerte, yo hablo mucho de la muerte en los dos bandos, muchas veces hablamos de los muertos, de las víctimas, pero también los victimarios tienen vidas trágicas, el hecho de que las personas se vean orilladas a terminar ejerciendo la delincuencia, haciendo el mal a otro ser humano, es también una tragedia”.
En la instalación Semillas se observa a una parvada de aves blancas saliendo de un costal, una bella metáfora sobre la libertad y el renacer, sobre la esperanza. “Finalmente creo que no debemos perder la esperanza como mexicanos, esta tierra tiene tanto para seguirnos dando, y cada quien puede hacer algo para que encausemos el país al camino que lo queremos llevar, de una forma consiente. Entonces, yo hablo del tema en el que cada quien somos responsables por lo menos de seguir creyendo”, declaró José Miguel Loyola.
Formación artística. Además de su formación en Diseño Industrial, José Miguel Loyola siempre estuvo cultivando su parte artística, con el estudio en dibujo y escultura.
Hace dos años expuso sus primeras piezas en California, y al regresar a México empezó a tomar cursos de cerámica, técnica sobre la cual se crearon las piezas de 2441, instalación que permanecerá en el Museo de la Ciudad hasta el 10 de mayo y el joven creador contempla llevarla a Morelia, Michoacán. “Me parece que sería un lugar donde el mensaje tendría que escucharse”, concluyó.