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erika.monroy@eluniversal.com.mx
ACAPULCO.— Fiesta, alcohol, diversión, trabajo y cero tecnología fue lo que los ocho integrantes del programa Acapulco Shore vivieron por un mes. Talía, Fernando, Karime, Joyce, Mane, Caballero, Tadeo y Jawy fueron los elegidos para pasar el verano de sus vidas.
Escogidos con base en los valores de la generación Millennials (cuidado de su cuerpo, amor por la fiesta y el desmadre) MTV lanza la versión mexicana de Jersey Shore, programa que no sólo se convertiría en todo un éxito en 2009, sino que se ha posicionado como la franquicia más grande del canal de televisión.
Acapulco Shore es la tercera versión de la emisión que volviera famosos a personajes como Snooki, JWoow y Pauly D. Siete chilangos y un jalisciense le dieron el sí a un mes lleno de fiestas, antros, chicos y chicas guapas.
Alojados en una casa cerca de la zona Diamante de Acapulco, los participantes tuvieron sesiones diarias de fiestas, bailes y besos. Con lugares como El revolcadero, que bautizarían como El despacho, un solo retrete, una ducha compartida y cero privacidad, los ocho jóvenes se embarcaron en la aventura que los expondrá a familiares y amigos.
“Los Shores no tienen censura, no vamos a ocultar nada. Ellos tienen una naturalidad de ser ellos mismos y es la misma que tienen hacia su cuerpo”, explicó Luis López, productor del programa que se estrena el 27 de septiembre.
Con diferentes personalidades pero con el mismo amor por el alcohol, la fiesta y el baile. Los productores buscaron crear una familia a lo largo de los 34 días de estadía en Acapulco.
“Cada uno de ellos nos recuerda a la prima, al amigo de una amiga y así, no están tan alejados de lo que nosotros conocemos”, agregó López.
MTV eligió Acapulco por la cercanía al DF y además de que el puerto cuenta con varios lugares atractivos.
“Ellos cada noche elegían a qué antro ir y ahí nos movíamos para estar con ellos y grabar. Era toda una odisea porque, por un lado teníamos a los ocho más los cientos de personas en el lugar y nuestro equipo de 40 personas”, comentó López.
El verano de su vida
Por ahí dicen que hay cosas que se conservan mejor en alcohol y para los ocho jóvenes esto fue una ley durante el mes que estuvieron en Acapulco. Trabajando en un bar de la costera, los shores vivieron regaños, aprendieron a no ligar a la clientela y a ligar con uno que otro acapulqueño. “Para que la noche sea divertida hay que cumplir con ciertas cosas: chicas guapas, mucho alcohol y buena música”, dice Talía.
Los ocho vivieron sin tecnología y estuvieron alejados de su mundo. “Pensé que nos iba a pesar más, pero la verdad es que no extrañé mi teléfono”, comentó Jawy. De todo lo que hicieron, las visitas al antro, las pedas, de nada se arrepienten. “Quien tenga la posibilidad de hacer esto, que lo haga, somos jóvenes y esto es lo que nos gusta”, comentó Tadeo.