La figura del editor es bastante borrosa para la mayoría de la gente, lo sabe de cierto Daniel Divinsky, el editor argentino célebre por su catálogo en Ediciones de la flor, donde están publicados nada más y nada menos que Quino con su Mafalda, y la obra de Fontanarrosa.
El editor que es uno de los invitados a las charlas sobre la edición, que se celebraron en el Hay Festival Querétaro 2018, recordó una anécdota para ejemplificar el desconocimiento sobre lo que hace un editor.
“Yo siempre cuento una anécdota que puede sonar divertida, en el momento no lo fue. Cuando estuve preso por la dictadura argentina, nos trasladaron a una cárcel y nos pusieron a todos los detenidos en una fila para que nos hicieran revisión médica para ver si no teníamos heridas, uno de los guardiacárceles se me acerca y me dice: ‘ay, cuando termine con todo esto me dibujaría una Mafaldita para los niños’. Entonces explicarle a ese señor con lo triste y preocupado que estaba, que un editor no era el que dibujaba al personaje, me costó bastante trabajo”, señaló Divinsky.
En entrevistas le han preguntado más de una vez cómo dice sobre tal o cual cosa el padre de Mafalda, y él responde “no, yo soy el padrino en el sentido del que la vende y la explota”. Luego se pone serio y asegura que a la edición le ha dedicado la vida y sigue siendo su gran pasión.
“Realmente es un trabajo que a mí me maravilla porque me gusta la literatura, adoro los libros, es mi única adicción y la posibilidad de multiplicar un texto o un dibujo que a uno le interesó, le gustó, le causó gracia, pues es muy bueno. Hacer una cantidad de ejemplares para que la gente lo conozca es un acto de exhibicionismo intelectual que me llena de satisfacción”, señala el editor.
Acepta que en ese sentido como editor él es un gran exhibicionista; también reconoce que es verdad lo que asegura Jorge Herralde, el mítico editor de Anagrama, quien ha dicho más de una vez que el editor es su catálogo.
“Herralde dice que el libro de un editor es su catálogo; entonces si alguien considera mi libro lo que es, mi catálogo, debe pensar que soy bastante loco porque es catálogo muy variopinto, con cosas de muy diferente nivel, con cosas muy sofisticadas y difíciles y otras de literatura popular y coloquial”, asegura Daniel Divinsky.
La realidad es que el catálogo que conformó durante 48 años —hace tres años se retiró y ahora Ediciones de la flor es dirigida por la que era su esposa—, realmente refleja sus gustos en diversas épocas.
“Yo estuve en la editorial 48 años, la dejé hace tres porque me separé de la que había sido mi esposa y ella se quedó al frente de la editorial, pero el catálogo que hice está ahí y me siento satisfecho. Realmente la pregunta que me hacen es si no me arrepiento de ningún libro que haya publicado, y yo respondo que no, no me arrepiento ni siquiera de los que fueron fracasos”, concluye el editor y abogado de 76 años.
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