A cinco años de hacer Rabia, el cineasta ecuatoriano Sebastián Cordero y la productora mexicana nominada al Oscar, Bertha Navarro, volverán a trabajar juntos en una historia relacionada a la toma de tierras.
Sin muertos no hay carnaval se rodará en el primer trimestre de 2015, siendo una coproducción entre México y Ecuador, contando con los beneficios del artículo 189 de la ley del Impuesto Sobre la Renta.
“Es sobre la manipulación y los negocios que hay, la invasión de ciudades, me voy el viernes a prepararla; llevamos ya varios meses con el guión, con un elenco que aún no cierra”, detalla Navarro, creadora de la taquillera El laberinto del fauno.
Cordero saltó a la palestra internacional con Crónicas, protagonizada por Damián Alcázar, mientras que Bertha ha sido productora de cabecera de Guillermo del Toro, iniciada en Cronos, a principios de los 90.
“El 189 nos permite hacer coproducciones y es lo que vamos a hacer, armar el proyecto con gente de afuera”,dice.
Por ahora se encuentra en la posproducción de La delgada línea amarilla, dirigida por Celso García.
La historia gira en torno a un grupo de trabajadores que se encuentran pintando la señal en carretera y los conflictos tiene entre ellos. Alcázar (La ley de Herodes); Joaquín Cosío (El infierno) y Silverio Palacios (Matando Cabos), entre otros, forman parte del elenco.
“Vamos bien, ya se está musicalizando y esperamos tenerla lista para Guadalajara (festival, marzo próximo)”, apuntó la entrevistada.
El sábado fue una de las invitadas a a Tag CDMX, evento responsable de acercar a los jóvenes con el mundo de la tecnología y la cultura.
Junto con los realizadores Alejandro Springall (Santitos) y Carlos Reygadas (Luz silenciosa), moderados por Paula Astorga, ex directora de Cineteca Nacional, vertieron sus opiniones sobre la manera de difundir cine mexicano.
“Creo que más allá de cine mexicano, debería verse cine del mundo, ahora las salas están dominadas por las producciones estadounidenses, de Hollywood, y hay que abrir la oferta”, comentó Navarro.
“Hay que estar rompiendo cercos o dificultades siempre, de una manera u otra; hay que concentrarnos en dialogar con el público y eso es difícil para nosotros, yo trato de hacer buen cine”, finalizó.