Para Darren Aronofsky, director de Réquiem por un sueño y El cisne negro, un director debe estar apasionado por la historia que quiere contar como le ocurrió a él, pues en su momento rechazó una oferta para hacer Batman.
Eran los albores del nuevo siglo y el neoyorquino tenía en mente hace La fuente de la vida, considerada como una de las cintas más completas de los últimos años.
“La primera vez que la iba a hacer se me desmoronó el proyecto porque el actor se salió y perdí dos años de mi vida, rechacé Batman y seguramente mil millones de dólares en una cuenta bancaria (risas), pero no me arrepiento, porque de haberla hecho no tendría Fuente y ahí sí me hubiera pasado eso; al final, las cosas resultaron”, contó.
“Siempre habrá gente para la cual un sueño sea imposible, pero creo, una vez más, que debe verse si quieres hacer una película por las razones indicadas, si es cuestión de fama lo que motiva o por pensar en cuestiones comerciales, no funcionará”, agregó.
Aronofsky estuvo ese fin de semana en TAG CDMX, evento realizado en el Centro Banamex, donde se buscó por dos días vincular a los jóvenes con la tecnología y cultura.
Además de la convicción, a en rodaje, se debe estar atento a lo que ocurra alrededor y poder aprovecharlo.
“En una producción hay un determinado tiempo y dinero y, a menudo, ves que las cosas que están sucediendo no son como tu cerebro lo imaginaba, así que lo mejor ocurre es cuando prestas atención a lo que pasa frente a tus ojos, fluir con lo que pasa
“Mi mejor ejemplo es con El luchador (2008) en donde Rourke (Mickey, protagonista) hacía las cosas como se le daban la gana y entonces tuve que cambiar mi estilo y mi enfoque para permitirle ser quien era, para que desplegara sus alas y volara como él quisiera”, abundó.
Ama México. Arononofsky contó que la mañana del sábado visitó el Museo de Antropología e Historia de la Ciudad de México, en donde quedó maravillado con la tumba de Pakal.
“Con la máscara de jade y el sarcófago y lo interesante fue ver que era similar a la de Tutankamon en Egipto, ambas están en pirámides, ambas culturas cubrían los rostros y eran distintas y distantes.