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El amor nunca ha sido fácil para la actriz Angelique Boyer. Su relación, por ejemplo, con Adrián Uribe se caracterizó por la polémica y la clandestinidad por decisión propia.
Actuaron juntos en la telenovela Alma de hierro y comenzaron a tener citas de las que tenían que salir a escondidas y cubiertos con chamarras para que no fueran fotografiados juntos, pues Uribe apenas se había divorciado.
Poco después, Adrián consumó su separación de Karla Pineda pero su noviazgo con Boyer no prosperó.
Ayer, el que parecía el capítulo más feliz de amor en la vida de Boyer se terminó. La actriz informó mediante un comunicado el fin de su relación amorosa con el productor televisivo José Alberto “El Güero” Castro.
El lunes por la mañana la joven de origen francés y el productor dieron a conocer su decisión, luego de dos años y medio de romance.
“Por este medio les queremos informar que después de una relación maravillosa y llena de amor, es nuestra decisión terminarla; ya que en este momento de nuestras vidas debemos enfrentar responsabilidades que no nos permiten mantener, como es debido, nuestro amor”, señaló Boyer.
El comienzo de su romance tampoco fue terso. Él, de 50 años, era su jefe en la producción de Teresa, telenovela que fue la primera oportunidad para Boyer como protagonista.
Un año después, la relación de amistad con la actriz, de 23 años, se convirtió en un noviazgo que también se mantuvo en secreto una temporada. “No tiene nada de malo, estamos solteros; pero no lo habíamos hecho público porque apenas nos estamos conociendo”, dijo Boyer en septiembre de 2011, cuando aceptó que eran novios.
La diferencia de edad y la supuesta oposición de los padres de Angelique fueron los fantasmas que rondaron su noviazgo y a los cuales ahuyentaron muy bien durante sus primeros dos años de relación. Sin embargo, desde hace varios meses amigos de la pareja notaron problemas en su romance.
Ayer hicieron oficial el rompimiento. Pidieron también comprensión y respeto para evitar las especulaciones.
Anunciaron que no harán declaraciones al respecto.
Boyer mostró así un aprendizaje de sus anteriores relaciones, en las que raramente hacía pronunciamientos oficiales y por ende se sentía acosada por la prensa.
Le pasó así en su rompimiento con Uribe. “Me sentí invadida en la vida privada, a nadie le interesaba mi trabajo en la telenovela (Alma de hierro); es algo que estoy aprendiendo, que me hizo más fuerte”, declaró.